Derechos de los pueblos originarios

El mapa crítico de luchas no resueltas

Investigadores de la UNSJ y referentes indígenas exponen en conjunto los conflictos sociales, políticos y culturales de las comunidades en los territorios de Cuyo. Con una perspectiva antropológica, el equipo académico encabezado por la arqueóloga Carina Ivana Jofré, analiza diversas problemáticas desde aristas poco conocidas en la región. Sus aportes se materializaron en un libro que permite reconstruir el pasado para establecer un puente con el presente.

17/10/2022

Crédito: FM La Lechuza 2014

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Reclamos de ayer, hoy y siempre. Amta Paz Argentina Quiroga, es la guía espiritual y política de la Comunidad Warpe del Territorio del Kuyum, en una de muchas manifestaciones por los derechos índigenas por las calles de San Juan.

“Desterrados de su propia tierra, condenados al éxodo eterno, los indígenas de América Latina fueron empujados hacia las zonas más pobres, las montañas áridas o el fondo de los desiertos, a medida que se extendía la frontera de la civilización dominante. Los indios han padecido y padecen la maldición de su propia riqueza”.

 Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina).

 

La represión a las colectividades mapuches en Villa Mascardi en Río Negro, por parte de fuerzas de seguridad federales, que sucedió hace unos días, se suma a una larga lista de abusos y de estigmatización social que sufren las comunidades indígenas de todo el país de manera histórica y continuada. Como muchos otros casos que no son aislados, dado que el principal eje de disputa es el avance de la extranjerización de la tierra y el desplazamiento sistemático de sus pobladores, habría que preguntarse ¿en Cuyo cómo estamos? ¿hay también luchas y reivindicaciones escuchadas o ignoradas por el Estado? ¿hay tensiones sociales y políticas de forma similar que en La Patagonia?

La situación que viven huarpes (warpes), diaguitas, cacanas, capayanas, pehuenches y mapuches, no dista de ser compleja y también, con múltiples frentes abiertos. Desde hace décadas, algunos de los problemas que existen en la zona conocida como Territorios del Cuyum (o Kuyum) -a regiones de San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja- se traducen en el restringido y limitado acceso al agua potable, la contaminación ambiental, la falta de acceso a vivienda digna, necesidades básicas insatisfechas, distintos tipos de violencia,  la precariedad en el acceso a una educación intercultural bilingüe, la falta de oportunidades de desarrollo económico, desempleo, hasta la negación de identidad; incluyendo también el reclamo por el respeto a sus saberes ancestrales y por la restitución de los cuerpos de sus antepasados.

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Aportes académicos. La arqueóloga Carina Ivana Jofré plantea, junto a un grupo numeroso de investigadores, un ejercicio conceptual reflexivo, transgresor y comprometido en torno a las contradicciones y continuidades del modelo neoextractivista material, simbólico y epistémico sobe las problemáticas indígenas y sus territorios.

Gran parte de estos conflictos irresueltos, fueron estudiados, registrados y compilados en un libro que  fue publicado y presentado recientemente, pero que fácilmente puede escapar de la circulación meramente académica para llegar a despertar el interés en amplios sectores de la sociedad. La obra se titula ‘Cartografía de conflictos en territorios indígenas del Cuyum’, y fue editado por el Fondo Editorial de la UNSJ y coescrito por un equipo numeroso de autoras y autores, cuyos informes e investigaciones estuvieron compilados por la arqueóloga sanjuanina, Ivana Carina Jofré.

Dicha obra nació desde la necesidad de visibilizar y exponer las situaciones críticas que se viven en los territorios indígenas de la región, teniendo en cuenta la escasez de publicación de materiales de investigación referidos a estas problemáticas contemporáneas, según lo expresado por la profesional. Desde una visión intercultural, una de las características más distintivas de esta producción escrita es la multiplicidad de miradas que colaboran, participan y aportan referentes de las propias comunidades indígenas, tanto en las contribuciones de memorias, hasta en los estudios intelectuales por parte de activistas indígenas y de organizaciones afectados por estos contextos mencionados anteriormente.

El proyecto de redacción y de edición colectivo inició en 2015, sin un financiamiento específico. Con el apoyo de la Editorial de la UNSJ y de la Secretaría de Extensión Universitaria, que estaba a cargo de la licenciada Mónica Coca, en 2019, el proyecto tuvo un avance importante y decisivo para su publicación posterior.

 

La idea planteada es la de un mapa que subvierte la visión eurocentrista en términos de conflictividad.

Crédito: FM La Lechuza 2022.

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Exposición y debate. La presentación del libro ‘Cartografía de conflictos indígenas en el territorio del Cuyum’ tuvo lugar en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Allí se plantearon los conceptos y temas que desarrolla la obra con los responsables de la edición y la participación de la Comunidad Warpe del Territorio del Kuyum.

Plataforma GAIA, estableció un contacto telefónico con Jofré en medio de una gira que comenzó en Guadalajara, (Méjico) y finalizó con su participación en el IXCongreso de Culturas Originarias en Córdoba que se desarrolló del 11 al 15 de octubre pasado. Como investigadora del CONICET y doctora en ciencias humanas, Jofré se especializa en los estudios de antropología sociocultural y arqueología social.

La obra que lleva en su título el término de ‘cartografía’ busca trazar un itinerario que “permita reconstruir” un orden territorial desde un enfoque indígena y pone de manifiesto las tensiones existentes de esos lugares. Pero también, propone pensar el ‘territorio’ como un espacio que contiene las actuales comunidades pehuenches y mapuches en el sur de Malargüe, ranqueles en San Luis, diaguitas en La Rioja y Valle Fértil y huarpes en el sur rural y en el oeste urbano de San Juan; poblaciones reconocidas y amparadas por la Constitución Nacional reformada en 1994.

“La idea planteada es la de un mapa que subvierte la visión eurocentrista en términos de conflictividad. Los relevamientos que se hicieron en las provincias (en el marco de la Ley Nacional 26.160), aunque precario todavía, tratan de instrumentar un ordenamiento territorial que ayude a reconocer esos lugares y que evite los desalojos de las comunidades que los habitan. Esto es algo que la mayoría de la población no conoce. Usar como título cartografía, es también una interpelación para que la población entienda que son reconocidos por el Estado. Pero las provincias, lamentablemente llevan a cabo este reconocimiento de forma desigual. Acá no hay simplemente poética, hay territorios indígenas, avalados jurídicamente, y es algo que la sociedad, debe informarse y conocer”, explicó la investigadora.

La mala comunicación del conflicto mapuche en el sur del país, hace que la gente piense que un cierto grupo de pobladores de un día para el otro, se autopercibe indígena y sale a ocupar tierras ilegalmente. Es totalmente una falacia que se instala.

En las páginas introductorias de la obra, se establece este concepto de la ‘cartografía’, como una denuncia a aquellas operaciones que «fabrican» una imagen política de dichos territorios. Además, de identificar las diferencias culturales basadas en relaciones de desigualdad, discriminación y dependencia.

A modo de “mapa crítico”, detalla los problemas en torno a varios ejes en cada capítulo: lo territorial, el acceso al agua potable, la organización y la economía social, la política patrimonial del Estado, el acceso a la vivienda, lo educativo, el sostenimiento de la lengua y las políticas interculturales, entre otros. Por eso, al momento de analizar y describir estos procesos, señala que uno de los factores que más contribuyen a la profundización de estas situaciones son las políticas públicas del Estado, que muchas veces resultan contradictorias y erráticas.

“La mala comunicación del conflicto mapuche en el sur del país, hace que la gente piense que un cierto grupo de pobladores de un día para el otro, se autopercibe indígena y sale a ocupar tierras ilegalmente. Es totalmente una falacia que se instala. Existe un proceso de reconocimiento muy largo, que está jurídicamente organizado y el Estado acompaña, por un lado, pero es el mismo Estado quien manda a reprimir por otro, y porque hay funcionarios que muchas veces son ignorantes que terminan enviando a gendarmes a desalojar como solución del conflicto”, opinó Jofré.

En este sentido, argumentó que “Argentina es un país muy conocido por tener jurisprudencia en derecho indígena muy completa, no por la bondad del Estado, sino por la lucha social de sus propias comunidades del movimiento indígena en argentina. Pero es también el país donde más transgrede, más desconoce y más infringe el texto jurídico vigente” y puntualizó como uno de los conflictos centrales que aborda el libro.

Existe un proceso de reconocimiento muy largo, que está jurídicamente organizado y el Estado acompaña, por un lado, pero es el mismo Estado quien manda a reprimir por otro.

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Contra la cosificación. El proceso de restitución y despatrimonialización de restos humanos que se conservan en los museos, sigue siendo un asunto conflictivo entre comunidades, instituciones académicas y el Estado. 

Las (investigaciones) que se hacen actualmente apuntan a entender los procesos de cómo las personas se organizan como comunidad indígena (…) Pero aquellos problemas estructurales de los conflictos históricos, geográficos, políticos y económicos, quedan desplazados.

Lo que no está escrito, no existe

Como se había mencionado anteriormente, el problema del acceso al agua potable ha sido un déficit estructural durante muchos años, en especial para la Comunidad Warpe Aguas Verdes que se encuentra en la zona de Lagunas de Guanacache, en Sarmiento, al sureste de la provincia, a 24 kilómetros de Ruta 40. Los procesos de desertificación en el lugar, han degradado de manera preocupante estos humedales que fueron declarados sitio Ramsar en 1999, por la Convención Internacional Relativa a los Humedales.

Esta declaración le da prioridad y urgencia a que las lagunas sean protegidas dada su importancia como reserva natural. Sin embargo, la intervención y modificación de los canales por parte de emprendimientos mineros privados, como el caso de la empresa Chirino, generó un fuerte conflicto social y un impacto ambiental en la zona. Este problema era denunciado desde hace 15 años por los habitantes en distintos organismos del Estado provincial y también nacional. En el territorio viven unas 200 personas y solo pueden consumir por camiones tanques suministrados por la Municipalidad de Sarmiento cada 15 días. Después de una mediación judicial en 2020 hubo un compromiso por parte de la empresa cuestionada en realizar tareas de remediación y un plan integral ambiental y sanitario para el lugar. Esto implicó la limpieza de los canales afectados y el acceso a agua potable permanente para la población y para animales.

Sin embargo, hay otros problemas vinculados a la calidad de agua de pozo que por lo general extraen los habitantes de las lagunas. Jofré explicó que antes no se contaba con antecedentes o informes previos que determinen estudios sobre salinización de las aguas. Hasta que, desde iniciativas particulares de colegas, junto a activistas indígenas, realizaron sus propias mediciones de manera colectiva. Los datos recogidos marcaron como resultado un alto nivel de arsénico y fluor en tales aguas y determinaron que no eran aptas para el consumo humano. Según Jofré, estos informes nunca habían salido a la luz, por lo tanto, la creación de este libro fue la herramienta ideal para canalizar y visibilizar estas realidades. No obstante, una esperada solución por la comunidad de Aguas Verdes es la futura construcción del acueducto sur que dotará de agua potable a la región con una inversión de más de 820 millones de pesos que aportará el gobierno nacional a través del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), que proveerá también suministro a otras localidades cercanas. Actualmente, dicha obra pública se encuentra en proceso de licitación.

“Para nosotros es algo vital. Lamentablemente las investigaciones sobre poblaciones indígenas son muy pocas en Cuyo. Las que se hacen actualmente apuntan a entender los procesos de cómo las personas se organizan como comunidad indígena y se quedan en el registro de preguntar qué piensa y por qué piensa como piensa. Pero aquellos problemas estructurales de los conflictos históricos, geográficos, políticos y económicos, quedan desplazados. Eso tiene que ver con cierta ingenuidad y al mismo tiempo, una cierta despolitización”. Y continuó diciendo: “este libro hace un llamado para los que están en el campo de la investigación. Sea la disciplina que sea, para abordar estos temas hay que hacerlo con un enfoque desde un compromiso político. Lo que hacemos está pensado para interpelar la política estatal, para interpelar la política de investigación y la política educativa”.

 

Teoría de la extinción

Un capítulo interesante y que registra otro de los conflictos históricos -con aportes de Nadia Gómez, actual miembro de la Mesa Nacional del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y representante huarpe- es el caso de la restitución de los restos de antepasados huarpes que están actualmente atesorados y exhibidos en el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo Dr. Mariano Gambier que pertenece a la UNSJ desde 1964.

La Comunidad Warpe del Territorio del Kuyum, viene denunciando y cuestionando hace más de 20 años, que los cuerpos de los ancestros son ‘nuevos desaparecidos’ de esta era. Y también responden a las críticas de intelectuales e investigadores (con mirada positivista y biologicista) que dudan de la propia identidad de este grupo étnico. Mientras que otro grupo de investigadores acompañan a la comunidad indígena con una mirada antropológica, intercultural e histórica. Estas posturas que parecen ser irreconciliables, mantienen una disputa de larga data en el seno de la misma universidad.

Los pedidos de restitución de cuerpos (la más conocida como la ‘Momia del Cerro del Toro’ y otros restos humanos encontrados en diferentes excavaciones que pertenecen a la cultura Ansilta) fueron manifestados públicamente por los medios y en espacios institucionales, como también estatales y en estrados judiciales, pero sin respuesta favorable por las partes aludidas. Hasta en el plano legislativo patrimonial, Jofré y el resto de los académicos que contribuyeron en el libro, consideran que sigue estando imperante en el ámbito universitario y político, una teoría de la ‘extinción indígena’ que afirma que los huarpes dejaron de existir como tal a fines del siglo XIX y que ese argumento fundamental niega la existencia de huarpes en la actualidad y por tanto, los reclamos de restitución no son válidos.

A diferencia de otras experiencias y luchas más centrados en el reconocimiento territorial, esta comunidad en particular, tuvo que enfrentarse -y lo sigue haciendo- a poderes institucionales y académicos de prestigio, muy consolidados en la provincia, criticando así, la narrativa de la extinción indígena que era sostenida por la arqueología tradicional durante muchos años. Al día de hoy, esa disputa sigue vigente.

La investigadora del CONICET, fundamentó lo siguiente: “hay un sector académico en San Juan, un grupo minúsculo que detenta resortes y canales de comunicación directos del Estado, como la Dirección de Patrimonio y el Ministerio de Turismo y Cultura, que se opone a todo un proceso que se inició no solo aquí, sino en toda la región sudamericana, desde la década del ’90. Se vino dando una transformación coyuntural del continente. Este círculo pequeño da forma a la política pública sanjuanina desde una perspectiva moderno-normativa y colonizante”, comentó la arqueóloga. Pero, por otro lado, también cuestionó hacia el interior de una corriente de la disciplina a la que pertenece: “hoy la arqueología no puede venir a decirnos quienes somos y cómo queremos mirarnos. Hay un control narrativo de la historia que no puede seguir siendo detentada por lo científico, aunque se persista en esa postura. Esa es la razón por la cual se ha demorado el debate respecto a la restitución de los cuerpos”.

Y precisó que tanto el Consejo Superior, como las autoridades del Rectorado de la universidad pública, desde la gestión de Benjamín Kuchen, pasando por Oscar Nasisi, hasta la actual ejercida por Tadeo Berenguer, acompañan y están de acuerdo con el proceso de restitución. Sin embargo, afirmó que el proceso de restitución queda truncado por la oposición que ejerce el IIAM Dr: Mariano Gambier: “No se logra porque el museo insiste y conserva su postura en que los Huarpes están extintos. Eso es detentar un control narrativo de la historia provincial”, remarcó Jofré

En varias publicaciones académicas, Jofré viene sosteniendo que en los últimos 60 años, el museo como institución científica, sigue apoyandose en una forma de construir una historia negacionista basada en estudios que ella considera como “coloniales, violentos y agresivos». En este sentido, afirmó: «se busca controlar la narración histórica indígena de san juan y por eso, lo impugnamos y es un frente que mantenemos abierto. La arqueología en los ‘60 y los ‘70 sostiene que la población indígena estaba extinta. Un argumento que el propio Sarmiento creía y que veía que era necesario repoblar con inmigrantes europeos para asimilar un orden civilizatorio. Estamos hablando de una arqueología que hizo escuela con Gambier, nacida entre las dictaduras de los ’60 y los 70. Eso no hay que olvidarlo. Cuando leemos esos textos, nos damos cuenta que hay una matriz de epistemología represiva”.

Sin embargo, admitió que, dentro de las mismas paredes universitarias, “se mantiene una pluralidad y una puja ideológica entre paradigmas interpretativos”. “Hoy, ya no se pueden hacer excavaciones sin solicitar consejo y consentimiento de las comunidades indígenas y esto está presente en la legislación vigente”. Amplió que debe haber una toma de decisión no arbitraria, sino consensuada y avalada por las propias comunidades. “Soy arqueóloga y soy consciente que ya no puedo hacer investigaciones con enfoques previos a la década del 90. Hoy existe el reconocimiento indígena, entonces las planificaciones y los estudios deben hacerse con lo participación de la gente involucrada. En muchos casos las comunidades quieren que se investigue y acompañan estos estudios. El tema pasa por tomar decisiones en conjunto. La interpretación y la narración de la historia no puede estar en manos de unos pocos”, afirmó.

Todos esos debates están abiertos y la creación del Consejo Asesor Indígena (en 2019), vino a plantear todas estas cuestiones en el interior de la UNSJ. “Creo que no lo veré, pero sí tal vez las generaciones venideras podrán asimilar mejor estos cambios. Incluso, hay funcionarios del Ministerio de Desarrollo Humano que están apoyando los relevamientos territoriales de la provincia, poniendo recursos y cambiando de perspectiva, cosa que la ministra de turismo y cultura, no hace y se niega a dialogar con las comunidades sobre la restitución de los cuerpos”. En tal sentido, concluyó que “esto se debe a la poca conversación y mucha incoherencia en políticas públicas que sostiene el Estado provincial. Pero también, esta situación se replica en otras provincias. Esas paradojas tienen que ser remarcadas y comprendidas”.

Hoy existe el reconocimiento indígena, entonces las planificaciones y los estudios deben hacerse con lo participación de la gente involucrada (…) La interpretación y la narración de la historia no puede estar en manos de unos pocos”.

¿Conquistadores o conquistados?

El mal llamado ‘descubrimiento’ de Cristóbal Colón, trajo aparejada la invasión, el saqueo, el sometimiento y el extermino de millones que habitaban este vasto continente. Es por eso que, el mes de octubre y más allá de la efeméride por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, resulta siempre oportuno buscar poemas, rescatar canciones, revisar textos literarios e históricos y darse el tiempo para repensar acerca de una fecha que desencadenó una saga oscura de profundas secuelas en el presente.

Pasaron más de cinco siglos y con mucha verdad, León Gieco no deja de cantar, que todo ‘sigue igual’, porque actualmente, el proceso de deshumanización y de negación política e histórica hacia las comunidades indígenas persiste y está más vivo que nunca.

“Estamos hechos, pues de los dos barros, del indio y del español. Lo que debiéramos averiguar de una vez por todas a esta altura, es quiénes somos: ¿los conquistadores o los conquistados? Si estamos en este continente de paso o si formamos parte de él, en definitiva, si esta es nuestra casa. Si así fuera, no cabe duda de que nuestra posición es la de los vencidos”, reflexiona Víctor Heredia en el prólogo del álbum Taki Ongoy. Dichas palabras permiten replantearse y cuestionarse, o bien, lograr una autocrítica necesaria para entender qué y cómo fue escrita la historia de la provincia tal como es conocida hasta ahora.

Es indudable que hay un proceso de integración y de autorreconocimiento de otras identidades que atraviesan no solo el género, el sexo, también la etnicidad y ahora, de una alteridad. Como se explica en el libro de este grupo de investigadores, la “alteridad” es un concepto clave para comprender y revisar cómo esta sociedad o población fue pensada, escrita y representada por otros sujetos con intereses hasta opuestos a los propios. Salirse de lugares comunes y dejar la explicación histórica del manual escolar, que cosificaba a los pueblos originarios, es un paso importante para escapar del ojo del dominador y de descolonizar, no solo la forma de construir conocimiento, también, la mirada propia hacia el otro y en definitiva, buscar poder llegar a una libertad real del pensamiento.

“¿Qué hubiéramos sido, si hubiéramos podido ser en toda nuestra plenitud? Podemos todavía, sin embargo, tratar de reconstruir desde las tinieblas, las historias de los pueblos de los que ni siquiera sus huesos han sido respetados”.

Víctor Heredia (Taki Ongoy)

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En los territorios del Cuyum

Localización de comunidades indígenas en Cuyo. Estos mapas fueron elaborados con información del Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Re.Na.C.I.) y el Programa Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas (Re.Te.C.I.). (Ley 26160). En San Juan se registraron 8 comunidades; Cacique Cochagual, Esperanza Huarpe Huanacache, Clara Rosa Guakinchay, Warpe del Territorio del Kuyum, Las Chacras, Salvador Talquenca, Sawa y Las Talas. También en San Luis, Mendoza y La Rioja, hay pehuenches, ranqueles y más al sur mapuches, entre otros grupos étnicos.

Producción científica e intercultural

El grupo de investigadores que hicieron los aportes para la obra ‘Cartografía de conflictos en los territorios del Cuyum’ está formado por: Diana Lenton, Jimena Andrieu, Aldana Calderón Archina, Julieta Carmona Crocco, Patricia Dreidemie, Fabio Galdeano, M. Gema Galvani Gelusini, Mario García Cardoni, Graciela Edith García Crimi, Flavia Erica Gasetúa, Virginia Miranda Gassull, Nadia Celia Gómez, Heliana Gómez Carrizo, Nadia González Pellizzari, Germán Erie Hellwig, Teresa Hiramatsu, María Leticia Katzer, Pedro Luna, Julieta Magallanes, Mariana Martinelli, Diego Montón, Rodrigo Palmili, Carina Peletay, María Celeste Romá, Leticia Saldi, Ramón A. Sanz Ferramola, Juan Scaglia, Roberto Isaac Scherbosky y Raúl Esteban Tapia. El libro puede comprarse en el Fondo Editorial de la UNSJ.

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