Expectativas, retos y oportunidades

Fotos gentileza: Emanuel Morte

Por Leandro Lopardo

En un mundo de avances permanentes en el campo de la comunicación y de las tecnologías digitales, crecen también las oportunidades de formación profesional vinculadas a dichas áreas. Las artes audiovisuales no son la excepción a esta tendencia que marca un escenario cambiante y por esto mismo, complejo, atractivo y desafiante para la inserción laboral de los futuros profesionales.

En San Juan, con la creación en 2016 de la Sede regional de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC Cuyo), se generaron grandes expectativas entre los realizadores que ya venían trabajando en proyectos audiovisuales, pero también, despertó interés en otros que quizá, no tenían en su horizonte de posibilidades, estudiar cine en la provincia, algo impensado hace unos años atrás.

Desde entonces, se abrió la puerta a muchos interesados y apasionados a todo lo vinculado con el mundo de la producción audiovisual, ofreciendo una formación técnica integral que les permitiera poder desempeñarse en áreas y roles diversos tanto en cine, como en televisión y plataformas digitales. Al mismo tiempo, permitió también avanzar en una nueva forma de ver, comprender y producir contenidos desde una identidad cultural propia.

Esas esperanzas se renuevan cada año con señales positivas en una industria incipiente y con un número sostenido en la matrícula de estudiantes. Con tres promociones de egresados desde 2018, la cantidad de profesionales fue incrementándose positivamente a razón de 20 alumnos por año. Pero, hay varios interrogantes que inmediatamente pueden plantearse ¿Qué tan redituable es para los profesionales que se reciben de esta carrera terciaria? ¿Cuáles son las posibilidades reales de inserción en el campo laboral? O en todo caso: ¿es factible hacer cine en San Juan?

Plataforma Gaia contactó a dos realizadores egresados de la primera promoción de la ENERC Cuyo, Carolina Costa y Emanuel Morte, para desentrañar estas cuestiones, y además, para que expongan desde su punto de vista, y experiencia cuál es el panorama de la producción audiovisual local. Qué oportunidades, retos y expectativas, hay en un polo cultural que todavía es incipiente y está en construcción.

Ante estos planteos Morte, expresó: “Necesitamos un poco más de tiempo para poder ver los resultados de una escuela de cine en San Juan que pueda concretar proyectos cinematográficos avalados por el INCAA. Mientras esto se sigue gestando, vamos participando de otros proyectos como la serie Martina Chapanay; si bien la producción era de Buenos Aires se rodó acá y participamos más de quince técnicos. A nosotros esto nos llena de experiencia, hacemos contactos, y aprendemos a utilizar nuevas herramientas. Lo cierto es que no tenemos referentes locales”.

Carolina Costa, quien se desempeña actualmente como docente en la ENERC, ratificó lo comentado por Emanuel: “Hoy hay mucha producción de videoclips en la provincia, y esa es una fuente de trabajo para muchxs. Por otro lado, vienen también producciones de afuera que contratan personal de la provincia, pero también en roles técnicos o de producción, y generalmente como asistentes. Lo que personalmente creo que falta es producción local, o sea, que el producto sea íntegramente generado aquí, no solo que tenga mano de obra local”.

Impulso a la producción audiovisual local. «Por un sólo ayer» fue una de las propuestas ganadoras del programa provincial San Juan Filma 2021, en la categoría cortometraje. El proyecto fue presentado por Emanuel Morte.

Los profesionales que egresan de la carrera cuentan con conocimientos de todo lo que implica el proceso de producción de cualquier proyecto audiovisual: guión, montaje, fotografía, edición, vestuario y sonido, lo que les da herramientas para integrar distintos proyectos.

Sobre las posibilidades de inserción laboral, Costa manifestó: “Creo que hay muchos factores que lo determinan. Al ser una actividad que se nutre de áreas muy diversas, hay diferentes modos de inserción. Probablemente alguien que haya desarrollado la habilidad en un rol más técnico, como fotografía, sonido o edición, tenga más posibilidades de acceder a un trabajo más regular, mientras que quienes se especializaron más en guión o dirección tienen que ir buscando sus propias posibilidades. Difícilmente alguien te llame para dirigir un proyecto, en cambio es más fácil que te llamen para un rol técnico, por eso la inserción depende también del rol que te interese desempeñar”.

La técnica le gana a la creatividad en cuestiones laborales y es lo más buscado para quienes desean concretar un trabajo en relación de dependencia. Pese a esta realidad, hay muchas personas que no se conforman con poder desempeñarse sólo en roles técnicos de manejo de cámara o edición de contenido y apuestan a crear sus propios espacios y experiencias audiovisuales.

Trabajo local. La realización del cortometraje sanjuanino «Por un sólo ayer» involucró unas 30 personas entre actores, actrices y equipo técnico. involucró el rodaje del cortometraje sanjuanino «Por un solo ayer». El grupo de realizadores se encuentra actualmente en etapa de post-producción.

Muchos de los egresados ya se encontraban vinculados de una u otra forma con el mundo audiovisual local al momento de iniciar la carrera, o provenían de otros estudios universitarios, más o menos afines. Con una formación profesional técnica, hoy apuestan por el desarrollo de una industria que necesita también de políticas públicas orientadas en esa dirección.

Morte manifestó “Hoy somos muchos los que nos queremos dedicar a esto, y eso genera una cierta presión a nivel sociocultural, que empuja de alguna manera un poco más al Estado provincial a involucrarse y esto ya se ve plasmado de manera favorable con la creación de un área audiovisual, dentro de la secretaria de cultura de San Juan. Cuando hablamos de cine, también hablamos de industria cultural, porque involucra el trabajo de muchas personas”.

Respecto a las políticas de estado, que promuevan la inserción laboral de los profesionales, Costa, aportó que “una buena posibilidad fue el concurso San Juan Filma, que otorgaba un premio para realización de cortometrajes, por un lado, y por otro de desarrollo para series, con una segunda etapa para realización. Políticas de ese tipo creo que son interesantes porque generan, no solo mano de obra sino también, producciones propias, que enriquecen la cultura de la provincia”.

Sin lugar a dudas, las limitaciones económicas y financieras representan los factores de enorme dificultad que deben enfrentar la mayoría de los profesionales -sucede en forma similar en el resto del país- al momento de encarar un proyecto cinematográfico. Las cifras que detallan los costos presupuestarios -que pueden corroborarse en las nóminas oficiales del Instituto Nacional Cinematográfico de Artes Audiovisuales-, son extremadamente altas para cualquiera que quiera crear un contenido. Hay que considerar que se requieren de 20 a 60 millones de pesos para producir, dependiendo de la calidad artística y audiovisual del contenido mismo; del pago a actores, de la puesta en escena, del tipo de producción y su posterior distribución.

Para llegar a costear estas cifras el INCAA ofrece subsidios, concursos o créditos a los que es difícil de acceder también ya que hay que presentar un proyecto bien elaborado y pasar por una serie de requisitos de contenido, calidad y realización, para acceder a fondos que son otorgadas por el organismo estatal.

Las discusiones también radican en la forma de hacer cine en cuanto a qué tecnologías son válidas. Lo cierto es que hoy en día se puede hacer una producción audiovisual de baja calidad con un celular, sin embargo, no tendrá el alcance del cine llamado -por el snobismo intelectual- “comercial”, como así también lo que se podrá recaudar probablemente no cubrirá ni siquiera los costos del film hablando en términos de producción.

Los desafíos que se presentan en San Juan seguirán siendo los de las oportunidades, en términos de costos económicos, y por supuesto de visibilización de las propuestas de cine local, en la mayor cantidad de lugares posibles, empezando por la propia provincia, generando una consciencia en el público receptor de consumir, no solo cine nacional, sino también films sanjuaninos. Al haber todavía poca producción local, aun no se logra tener un formato de identidad propio. Para llegar a este cometido habrá que esperar y continuar observando el devenir de este maravilloso arte, que siempre da que hablar en todo el globo.