Entrevista a Ruth Hillar
«Buscamos que las canciones dejen abierta una ventanita para mirar»
Es compositora, flautista y una de las voces principales del grupo de música infantil Canticuénticos. En el marco de la presentación que el conjunto hará el próximo 28 de mayo en el festival de las infancias Arroyito Cantor, en el Teatro Sarmiento, la cantante dialogó con Plataforma GAIA y analizó cómo ve a las infancias en el contexto social actual. “Están atravesadas por la tecnología. Pero vemos que nenas y nenes tienen unas ganas muy grandes de contacto humano”, reflexionó. Además, hizo alusión al rol de los padres en este contexto y a la importancia de acompañar con el arte a los más pequeños en estos tiempos de cambios constantes.

Por Gabriel Zas I 24-05-2023
El conjunto de música infantil Canticuénticos adhirió desde un principio al Festival Arroyito Cantor, un espectáculo que tiene como propósito enriquecer culturalmente a las niñeces y también a sus familias que están a su cuidado. Pero, con el tiempo, este proyecto artístico fue extendiéndose saliendo del ámbito familiar hacia las comunidades educativas del país. Son numerosos los colegios, jardines maternales, merenderos y otros espacios donde las canciones con contenido y sentido tuvieron una fuerte aceptación y promoción.
En la provincia, el grupo hizo su debut en 2017 como parte de dicho evento. Debido al éxito que se generó en su primera experiencia, regresaron en 2018 y 2019, para un recital organizado por el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social de San Juan, que tuvo como escenario la plaza Hipólito Yrigoyen. Después de superar la pandemia, recién el año pasado tuvo el esperado encuentro con el público sanjuanino para una nueva edición del «Arroyito Cantor», en el Complejo Auditorio Juan Victoria. Y ahora faltan pocos días para que vuelvan a estar presentes, esta vez en el Teatro Sarmiento, (ver recuadro) con un repertorio de canciones nuevas y otras más clásicas con las que el conjunto oriundo de Santa Fé ya recorrió gran parte de Latinoamérica.
«Va a ser muy lindo porque se vienen momentos de muchos juegos, canciones que son de puro canto y que son para bailar, y otras que son más emotivas y más reflexivas, y donde se puede caer alguna lagrimita», dijo en una charla telefónica con Plataforma Gaia Ruth Hillar, una de las creadoras de esta propuesta, que completan Laura Ibáñez y Cintia Bertolino (voz); Gonzalo Carmelé (bajo y coros); Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros) y Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros)
Nosotros lo que queremos hacer es un acompañamiento amoroso con la música para esas personitas que están intentando andar.
– ¿Qué los motivó hace 15 años atrás a dirigirse a ese público tan especial, que son los infantes?
-Por un lado, cuando iniciamos con el proyecto nos pareció que era un público muy descuidado. Que todo el mundo entendía las producciones para las infancias como producciones menores, en cuanto al cuidado y a la calidad del trabajo. Por el otro, también nos pareció un desafío hermoso el tema de componer para quienes están aprendiendo a escuchar y a entender al mundo. Porque en ese proceso, hay toda una capacidad de asombrarse y de incorporar cosas nuevas. Entonces, ahí fue cuando arrancamos con el proyecto, que inicialmente, fue componer un repertorio de canciones modernas, no de formar un conjunto. Y a partir de tener compuesto un repertorio de lo que fue el primer disco, empezamos a ponerlas a disposición en YouTube: álbumes enteros y canciones completas. Incluso, desde un primer momento, pusimos a disposición todas las partituras, los cancioneros y karaokes para que practicaran en la escuela. Y esto, algunos músicos, lo veían como que era regalar el trabajo. Pero nosotros entendíamos que era una buena manera de llegar a nenas y nenes de muchísimos lugares. Los docentes pudieron usar las canciones. Entonces, cuando íbamos a un lugar, ya las conocían. Es decir, se nos dio el efecto contrario, fue todo muy lindo eso. Porque por haber puesto generosamente nuestra música en las redes, nos devolvió un montón de apoyo de parte de un montón de público. Y eso nos hizo conocidos, sobre todo, entre docentes y padres.

Las letras no se restringen a cuestiones que pueden considerarse puramente infantiles, sino que aparecen otras que pueden ser un poco más difíciles
– ¿Qué sienten que aportan con su arte?
– Nosotros lo que queremos hacer es un acompañamiento amoroso con la música para esas personitas que están intentando andar. Un acompañamiento que abarque distintas situaciones, distintas instancias. Por eso las letras no se restringen a cuestiones que pueden considerarse puramente infantiles, sino que aparecen otras que pueden ser un poco más difíciles, como la canción ‘Para saber que te quiero’, que es de nuestro último disco, y habla de las familias con lazos no sanguíneos. Puntualmente, de la adopción. También abarcamos el tema de los abusos infantiles en ‘No hay secretos’. O la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y el tema de la memoria, en la canción ‘Palomita blanca’. Entonces, lo que creemos, es que, a través de la poesía como una gran facilitadora, podemos hacer que las canciones hablen de algunas cuestiones de las que a veces es difícil hablar. Se trata de esto, en definitiva: de acompañar. Pero de acompañar con música que es nuestra, con ritmos folclóricos que son de nuestra región Litoral, de nuestra hermosa Argentina, y de extendernos a Latinoamérica. Buscamos darle un sentido de pertenencia y de identidad a las nenas y los nenes. Nos parece que es muy importante esto y es una forma de mantenerse un poco a salvo del bombardeo de las grandes máquinas mortificadoras del entretenimiento.
– Es decir, que de alguna manera, buscan generar conciencia.
– Exactamente. Conciencia a través de temáticas que interpelan, de cuestionar modelos incuestionables. Que nuestras canciones dejen abierta una ventanita para mirar las cosas desde diferentes perspectivas.
En las letras, buscamos acompañar ese presente, hacer que dialoguen con un ahora. A mí me gusta decir canciones situadas: situadas en un paisaje, en un momento dado, en un lugar.
– ¿Cómo viven los cambios sociales y culturales desde que se formaron hace quince años hasta la actualidad?
– Siempre tratamos que todas las cuestiones dialoguen con el presente. Si bien siempre usamos géneros que vienen desde hace tiempo, le damos una impronta actual. Y principalmente, en las letras, buscamos acompañar ese presente, hacer que dialoguen con un ahora. A mí me gusta decir canciones situadas: situadas en un paisaje, en un momento dado, en un lugar. Acompañar, siempre acompañar. Por ejemplo, en nuestro último disco tenemos un tema que se llama ‘Viene de la Tierra’, que habla de los recursos, del consumo responsable y de la alimentación responsable. Va de la mano con la Ley de etiquetado frontal. En definitiva, acompañar con el arte a los cambios y se agentes de cambios. Porque la gente escucha, toma conciencia y la ayuda a facilitar y a habilitar estas discusiones también.

– ¿Cómo ven la evolución de las infancias en tantos años de trayectoria?
– Buena pregunta y no es fácil (risas). Creo que en las infancias se da un poco lo mismo que con los adultos. Estamos cortados por la tecnología, que se ha vuelto como el centro alrededor del cual gira todo. Pero vemos igual que las nenas y los nenes tienen como unas ganas muy grandes del contacto humano, porque están acostumbrados a jugar y a estar con la familia. Cuando ven la posibilidad de establecer contacto humano, y con algo tan directo como es la música, nosotros vemos que sigue habiendo el mismo embelesamiento y el mismo estado de asombro. Pero vemos que muchas nenas, muchos nenes, están muchas horas frente por día frenta a una pantalla sin un adulto que los mire a los ojos y que juegue un rato con ellos. Y eso nos parece que es grave.
Vemos que muchas nenas, muchos nenes, están muchas horas por día frente a una pantalla sin un adulto que los mire a los ojos y que juegue un rato con ellos. Y eso nos parece que es grave.
– En todas las ocasiones que visitaron San Juan puntualmente, ¿cómo vieron a los chicos? ¿Qué pudieron notar?
– Es un público hermoso, con muchas ganas de pasarla bien. Hemos estado en la Plaza «Jorobita» en dos o tres ocasiones. Y en una de esas visitas, hicimos un concierto Canticuénticos con orquesta que fue muy hermoso y que la gente disfrutó muchísimo. Tenemos eso en San Juan: un público muy participativo y que le fascina cantar.
– Ustedes viajaron mucho por Latinoamérica. Y me interesa consultarte qué diferencias o similitudes sociales y culturales notaron con los chicos de los países en los que estuvieron en relación al nuestro.
– Buenas preguntas y difíciles de responder (risas). Por ejemplo, hace poquito fuimos por primera vez a México. Y ahí vimos que en el público había tantos chicos como adultos. Eran muy fanáticos todos. Pero fanáticos, fanáticos. Y es que a lo mejor social y culturalmente ellos son así. Pero lo que vemos es una constante, tanto en Colombia, como en Chile o en Uruguay, que la gente es muy participativa y le encanta cantar, pese a que son todos países muy diferentes. Está muy presente la cosa del asombro y del querer participar. Esas dos cosas las vemos en todos lados, incluido nuestro país.
– ¿Cómo arman el repertorio de cada show generalmente?
– Nosotros vamos haciendo renovaciones parciales en los repertorios. Y, además, con mucho ensayo. Para este show nos preparamos con unas canciones nuevas de este último disco y del anterior, mechadas con otras que son las más conocidas, que todos quieren cantar y que no pueden faltar, sobre todo, para un tipo de concierto así, que es muy participativo. Es un espectáculo que invita a jugar, a cantar y a bailar. Se hace entre estos dos actores, que es Canticuénticos, por un lado, y el público, por el otro. Cada concierto realmente es único. Antes hablábamos de las diferencias. Y esas diferencias se dan entre concierto y concierto, porque nunca es igual uno de otro. Buscamos que en los shows haya distintos momentos para juegos. Siempre hay alguna sorpresa, muchas cosas inesperadas, cosas que pueden pasar entre canción y canción. Pero tanto no te puedo espoliar (risas).
– ¿Hubo modificaciones en el conjunto en estos quince años?
– Hubo un cambio. Daniela, que era una de las cantantes con quien yo empecé Canticuénticos hace mucho, el año pasado se retiró porque consideró que ya había cumplido un ciclo, y además, tenía cuestiones de salud que resolver. Entonces, entró Cinthia en su lugar, que venía haciendo reemplazos desde hacía mucho en Canticuénticos. Salvo ese cambio, estamos todos desde el principio. Somos como una gran familia.

El grupo está formado por Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Laura Ibáñez y Cintia Bertolino (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros) y Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros).
– ¿Todos vienen del ámbito de la música o hay otras disciplinas involucradas?
– Somos todos músicos de profesión. Todos hemos hecho carrera de música. En general, todos nos dedicamos a la docencia, además. Pero todos somos por elección músicos profesionales.
– ¿Cómo imaginás a Canticuénticos en el futuro?
– Seguir haciendo lo que estamos haciendo. Poder continuar componiendo canciones, seguir editando discos y seguir con nuestra serie de libros. Tenemos una colección de tres libros publicados. Nos encanta lo que hacemos y vemos que hay un montón de público al que queremos responder. Queremos seguir por este camino porque disfrutamos mucho lo que hacemos.
Sobre el grupo
A lo largo de sus 15 años de trayectoria, Canticuénticos cosechó importantes premios y menciones. Entre estos, el Premio Gardel 2022 por Mejor Álbum Infantil y Mejor Espectáculo Infantil 2018 por AADET (Asociación Argentina de Productores de Espectáculos). Además, obtuvo un reconocimiento en el Festival Cosquín 2020 por su aporte artístico para las infancias libres. Fue declarado de Interés Cultural por el Senado de la Nación de Argentina por su “trayectoria y valioso aporte al cancionero infantil nacional y latinoamericano” y reconocido por su interés artístico y trayectoria por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, y también por la Legislatura de la Provincia de Santa Fe.
Para los más chiquitos…y no tanto…
El grupo Canticuénticos se presentará en San Juan el 28 de mayo en el Teatro Sarmiento a las 16 hs. para cerrar la 5º edición del Festival Arroyito Cantor con fechas programadas en Villa Mercedes (el 25), Ciudad de San Luis, (el 26) y Maipú, Mendoza (el 27). Las entradas tienen un valor de $3000 (Pullman), $3500 (Platea baja de fila 11 a 20) y $4000 (Platea baja fila 1 a 10) y pueden adquirirse a través de tuentrada.com