Marcelo Villanueva Meyer
Por un teatro en permanente definición
Es director, docente, investigador y actor. También, es el conductor y creador del elenco Las Aventuras de Poseidón, que celebra su décimo aniversario de labor en los escenarios locales del teatro independiente. Para Plataforma GAIA, compartió su mirada y su convicción del quehacer teatral a través de una manera de entender y realizar propuestas escénicas junto al grupo. Apela a generar nuevos públicos y que la obra llegue de forma simple y directa al espectador.

Por Raúl Caliva
En una época donde el lenguaje digital, la inteligencia artificial, la cosificación del individuo, la determinación de los algoritmos y las pantallas se convierten en un espejo roto que fragmenta la realidad, todavía en el siglo XXI hay pequeños refugios que no se han deshumanizado del todo. Dichos lugares son las pequeñas salas o espacios escénicos donde se mantiene vivo el teatro como ejercicio y labor artística por fuera de una mirada comercial y más cercana a la primordial: el deseo de actuar y expresarse. Y en este punto pequeño del mapa del oeste argentino, en este centro urbano, un puñado de mujeres y hombres lo hacen posible.
Por ello resulta acertado recordar y repasar lo que una vez escribió el poeta, dramaturgo y actor francés, Antonin Artaud en su libro ‘El teatro y su doble’ (1978). Consustanciado con su presente, su contexto y de lo que estaba por venir, expresó que: «En el período angustioso y catastrófico en que vivimos necesitamos urgentemente un teatro que no sea superado por los acontecimientos, que tenga en nosotros un eco profundo, y que domine la inestabilidad de la época. Nuestra afición a los espectáculos divertidos nos ha hecho olvidar la idea de un teatro serio que trastorne todos nuestros preconceptos, que nos inspire con el magnetismo ardiente de sus imágenes, y actúe en nosotros como una terapéutica espiritual de imborrable efecto».
Tal es la fuerza de esta concepción sobre lo teatral en esta definición que abogaba para que los actores y las actrices dispongan del lenguaje para conmocionar y perturbar a los espectadores, que podría trazarse una línea que lo vincule a las motivaciones de hacer teatro independiente en una realidad tan caótica como la actual. No es casual entonces comprender que un elenco con tan escasos recursos materiales, pero con una voluntad y un compromiso férreo y sólido, haya podido mantenerse a lo largo de diez años, teniendo en cuenta el ámbito social y cultural sanjuanino en el cual se desempeña.
Se trata de Las Aventuras de Poseidón, el elenco conducido por Marcelo Villanueva-Meyer que celebra su décimo aniversario de actividad en los escenarios locales. El cuerpo actoral -conformado por alumnos de nivel avanzado de los talleres de actuación que se brindan en la Sala Chica de IOPPS- hizo su debut en noviembre de 2014 con el estreno de ‘Acassuso’ del dramaturgo Rafael Spregelburd y desde entonces hasta la fecha, se afianzó en la búsqueda de una labor que busca transmitir historias profundas y con un sentido determinado y directo a los espectadores. En otras palabras, un teatro cercano, simple y contundente para un público con ánimos no solo de pasarla bien por unas horas, sino de salir de la función con una inquietud en su interior.

En una línea clara y sostenida, a lo largo de una década, el grupo llevó a escena obras como ‘Escorpiones mirando al cielo’ de César de María (2015), ‘Siete mujeres’ de H. Robles y J. Ríos (2019), ‘Mujeres soñaron caballos’ de Daniel Veronese (2019), ‘Así de simple’ de Sofía González Gil e Ignacio Bresso (2022), ‘Debajo de la piel’ (2022) -una creación colectiva propia- y ‘Entre dos Puertas’ de Anahí Beltrán (2022), ‘Bajo Terapia’ (2023) de Matías Del Federico, ‘Toc-Ados’ (2024) y la más reciente ‘Para Anormales’ de Matías Del Federico y Daniel Veronese (2024).
Para poner el cuerpo, los sentidos y el deseo a la hora de representar estos textos de autores contemporáneos, el elenco tuvo que valerse de varias horas de clases y preparación sostenida, de ensayos, de prueba y error, de funciones y reposiciones en un proceso intenso y labor continúa. Con las exigencias que la propia pieza demanda, el grupo de actrices y actores asume riesgos con cada proyecto que se propone. ¿Cuál es el motor que los impulsa a actuar? En el nombre de todas y todos los que son parte de Las Aventuras de Poseidón, el director, actor y docente Marcelo Villanueva-Meyer brindó una charla extensa con Plataforma GAIA para desandar y responder esta y otras cuestiones desde una mirada retrospectiva, autocrítica y también propositiva acerca del quehacer teatral de estos diez años.
Lo que nos mueve son las ganas de hacer teatro.
“Tenemos muchas ganas de seguir apostando al teatro independiente, pero a título real. Más allá de los posicionamientos que tengan los estamentos oficiales como el INT y otras entidades que sustenten a las artes escénicas en general, en nuestro caso, nos valemos siempre de la autogestión de recursos propios en lo económico. Al mismo tiempo como agrupación, ponemos de relevancia la labor actoral que vaya tomada de la mano con una historia potente, prescindiendo del uso de cosas llamativas o efectistas de impacto en la puesta en escena. Sobre todo, hacemos teatro para todo público y que genere también nuevos públicos que se animen más a consumir teatro sanjuanino”, es la primera definición que hizo Meyer acerca del propósito de este elenco, sin desmerecer otras opciones que existen actualmente en el ecosistema escénico local.

A lo largo de estos diez años, trazó un camino que se consolida en una propuesta que los identifica: “creo que supimos construir una identidad al momento de llevar a cabo una producción teatral. Lo que nos mueve son las ganas de hacer teatro. Y por eso resignamos una escenografía hiperrealista, no necesitamos de eso. Asumimos una posición de realizar puestas minimalistas con lo necesario, pero que haya potencia actoral. Ese es el sello de nuestro elenco. El teatro sanjuanino tiene variadas propuestas y estéticas y el público puede elegir lo que le guste. El abanico es abierto y en nuestro caso, Las Aventuras de Poseidón, hace un teatro para que el público vuelva a la sala y no se espante cuando termine la función”.
A la hora de afianzar y fidelizar la platea, la elección de la obra y la temática a abordar, como el tipo de puesta para representarla, son aspectos claves: “Mientras más simple nos mostremos en escena, mejor, porque servirá de nexo para que el público se anime a ver otras cosas distintas y les dará ganas de ir a ver teatro aceptando nuevas propuestas”, comentó.
En base a experiencias pasadas, mencionó como ejemplo, situaciones donde el público no sintonizaba con lo que sucedía en escena: “He visto que en varias Teatrinas o festivales, cuando se aglomeran diferentes elencos y propuestas, la gente que iba por primera vez a ver teatro, luego de la función decidía no ir más. No porque la obra sea mala, sino porque considera que la experiencia teatral se resume a eso. Entonces, las ganas iniciales se diluyen a la siguiente propuesta y decide no volver, con una percepción global de que el teatro sanjuanino sea todo experimental, performático o raro. Eso es lo que termina alejando al público de los espacios”.

En este marco, resaltó aspectos del teatro que a él le gusta: “Me interesa que haya un teatro que sea veraz, que no imite o copie un modelo o referencia, por más que sea un éxito o tendencia que se haga en otro lugar, por el solo hecho de querer regodearse en hacer una propuesta supuestamente novedosa pero que no la entienda nadie. En este caso, creo que hay que ser fiel en lo que uno puede y tiene ganas de expresar”.
Desde este punto de vista, el director planteó que, si se pretende que el teatro local amplie sus fronteras, se requiere de “nuevos públicos de teatro que no vaya a ver a los mismos teatreros. Nosotros nos corremos de ese lado». Y en línea con lo anterior, a partir de esas vivencias que experimentó al comenzar su rol en la dirección hace algunos años, Meyer comprendió ante la situación, que el rumbo que debía emprender en el teatro sanjuanino era otro.
“Cuando empecé a dirigir, veía que solo los elencos trabajan durante el año preparándose para la Teatrina. Esa impresión me quedó grabada y se sentía que solo había teatro para el festival y el resto del año, fuera de esas fechas, no sucedía más nada. Creo que, por esta razón, nos enfocamos en que, si somos actores, debemos trabajar con historias simples, pero con fuerza devastadora en las emociones y que impacten en los sentimientos de la gente. Si el texto me genera emociones y los actores que deben encarnarlo se conmueven, podrán entonces transmitirlo al público. Esa es la premisa que mantenemos siempre”.
Textos que impacten y conmuevan
El criterio de seleccionar qué obra representar, sobre qué estética abordarlo y qué discurso decir, son fruto de un consenso grupal, de la lectura, de investigación y también, de mirar otras puestas. “Partimos de obras del clásico del teatro argentino y otros universales, como una forma de construir proyectos. Hay buenas historias de Tenesse Williams, de Arthur Miller, Jean Cocteau, Javier Daulte y otros donde apostamos a recrear esos universos literarios y de nuestra parte, reinterpretar, improvisar y hasta crear nuevos universos inspirados en las obras originales. Es la estrategia que hemos adoptado con mucha fuerza sobre todo este año”, contó el director.
Así sucedió con la adaptación de su primer espectáculo ‘Acassuso’. En la puesta, Meyer hizo su participación como actor frente al elenco que, por ese momento en 2014, eran todas mujeres. Llevarlo a escena fue todo un reto y un riesgo enorme, porque al ser 11 personajes y que cuente con casi dos horas de duración, había que mantener un ritmo vibrante en la interpretación.
Pero eso no era todo, la temática que plantea también era compleja. Un grupo de maestras de una escuela pública, influenciadas por la noticia del robo del siglo del Banco Santander Río de Acassuso, querían ganarse la vida con la plata fácil a través de la compra de un jugador de fútbol. Esta historia de absurdo, en el trasfondo plantea una crítica profunda al sistema educativo argentino en clave de comedia dramática.
Desde la representación de aquella pieza, hasta el presente, el humor fue para el elenco, una herramienta no de entretenimiento o de evasión banal, sino para interpelar al espectador que tome conciencia de qué se está riendo realmente.

No hacen falta artificios, ni ser snobista o vanguardista.
“Cuando el espectador se da cuenta de escenas terribles, no hay escapatoria, el efecto es fuerte. El mensaje de la obra da un golpe de efecto y hace que ponga el problema en tus manos y qué decisión tomarías para que esas situaciones no pasen. Ese es el factor transformador del teatro. Es utópico decir que el teatro puede cambiar al mundo, pero lo que es más probable que suceda, es que el público termine consustanciado con el mensaje y desde su individualidad, su cuerpo y mente, le cuente a otro para provocar otro estado de conciencia. Es lo que queremos generar desde nuestro lugar”, reflexionó Meyer.
Así también sucedió con ‘Siete mujeres’, una comedia que critica la lógica machista de la sociedad y aborda la ruptura de aquellos mitos como el de que una mujer o un hombre que se casan, tiene que ser para toda la vida. O con ‘Debajo de la piel’, inspirado en un autor alemán, que hace una critica social sobre el canon de la belleza actual, a través del humor negro, que cuestiona el establishment de la moda.

Cuando encara contenidos y textos de este tipo para sus producciones, Las Aventuras de Poseidón marca un rumbo diferente y distante, frente a otras propuestas locales. Más aun, escapan de los criterios de preselección o de selección para competir en las convocatorias de la Teatrina. “No somos muy amigos de someternos a un certamen o a ponernos en modo competitivo, bajo una línea que puede impartir un jurado. Quizás porque a la hora de elegir obras en competencia, hay que cumplir con ciertos y determinados elementos, poseer una dramaturgia propia y hasta, en el mayor de los casos, directamente nuestras propuestas son incalificables para un jurado”, opinó el realizador y docente.
No obstante, a decisión colectiva de los actores y actrices del elenco, se participó en dos oportunidades para el Festival Provincial de Teatro, con las puestas de Siete Mujeres y con Mujeres soñaron caballos, que fue en formato experimental de video, para la edición virtual de la Teatrina en plena pandemia de COVID19.
Aunque con resultados dispares, la experiencia les sirvió como aprendizaje de que por más que no hayan ganado un competitivo, eso no es motivo para desanimarse. Por lo que en el seno del grupo persiste la idea primordial: “hacer teatro y seguir actuando, eso es lo que debe prevalecer. Un texto es un disparador y hay que ver a donde nos puede llevar con la imaginación, el poder interpretativo, la creación de lo colectivo. Qué nos pasa a la hora de representar”.
“Una historia fuerte y potente, que no sea tampoco enroscada y muy intelectual. No hacen falta artificios, ni ser snobista o vanguardista. Ser actor o actriz, no implica ponerse en un pedestal, por más que se llene una sala, la calidad humana y la capacidad de crear pasa por una cuestión espiritual y es así cómo el teatro se vincula con lo sagrado”, remarcó Meyer.

En lo profundo del mar, se enciende el reflector
Cuando la obra estrena, recién empieza otro proceso, donde hay inseguridades, hay ansiedades por ver cómo la gente podrá reaccionar. La espera de que se encienda la luz de la sala para comenzar la función es todo un misterio que se genera. Después, se seguirá mejorando y agregando detalles y recién cuando se llega a la décima reposición, es ahí cuando el elenco sabe que debe soltar para después entrar en otro proyecto y así contar otra historia más. Así fue como estuvo funcionando el grupo todo este tiempo. Para este año que culmina, fue gratificante y satisfactorio, con buena afluencia de espectadores (unas 100 personas en promedio) transitando entre la Sala Z y la sala de la Biblioteca Franklin para las puestas de ‘Bajo Terapia’, ‘Toc-Ados’ y ‘Para Anormales’. Las recomendaciones del “de boca en boca” ayudaron bastante y también, mantener un ciclo de presentaciones de al menos una función al mes.
A pesar de un contexto bastante crítico en materia cultural y económica, más con el esfuerzo que implica llevar espectadores al teatro independiente en un circuito local reducido en comparación con Mendoza u otras ciudades de Cuyo, uno de los grandes desafíos para el elenco, fue sostener precios accesibles en los valores de las entradas.
No obstante, con la mala situación general, no dejan de entrenar y ensayar. “Con lo difícil que se vive en el país, tratamos que el contexto no nos haga tanto daño y no nos detenemos o quedamos en excusas para quejarnos solamente y no hacer nada al respecto. Sabemos que, si solo hay queja permanente, ésta hace que las pasiones se apaguen y no nos permita avanzar. Entendemos que la pasión y las ganas de hacer teatro deben estar por encima de todo”, sostuvo el director y adelantó que ya están preparando la nueva obra ‘Salvaje’ a estrenar entre marzo o abril de 2025.

Hacer teatro en San Juan, toda una aventura
Con todo lo que implica poner en marcha un proyecto escénico, los miembros de Las Aventuras de Poseidón no se corren al costado, sino que dan el paso al frente y como en un salto al vacío, sin prever qué puede pasar cada vez que inicie la función.
“Somos así, hijos de esta corriente marítima que nos lleva a lugares desconocidos y en el camino, vamos disfrutando del proceso, más que el producto que se pueda obtener. Contamos con seres humanos con deseos de jugar, de resignificar y de reinventar mundos. Incluso, con lo que aprendan en las clases, pueden nutrirse para crear sus propios elencos. Así hacemos teatro sanjuanino. Nuestra idea es dejar huella y que quede un cierto modelo, lejos de ser sectario, con el fin que otros puedan a su vez crear propuestas diferentes y eso nos hará más libres. Por eso nos aventuramos en un proyecto teatral”, manifestó el director.
El nombre del elenco, no fue fortuito. Para su elección, hubo una mezcla de juego, de referencias mitológicas, de asociar la actividad teatral a una aventura. La idea de Poseidón, el dios de los mares y océanos, que lleva a sumergirse en los misterios de las aguas profundas más los recuerdos de películas de esta temática en la infancia del conductor, hizo que emerga esa asociación. Y como la cultura griega fue la cuna del teatro occidental, el nombre vino perfecto.

Meyer concluyó así con otra reflexión, en relación con lo expuesto en el párrafo anterior, que sirvió de base también para dar forma a este espacio de formación y realización actoral que da vida a Las Aventuras de Poseidón.
“La actividad teatral siempre ha estado en crisis. Porque desde la antigüedad y en especial, desde la Segunda Guerra Mundial, la condición humana está hundida en una crisis civilizatoria. El progreso, que supuestamente debía traer las revoluciones industriales y el auge del capitalismo, donde Estados Unidos emerge como la nación dominante, con su modelo de libertad y modernidad, fueron un conjunto de promesas de un siglo XX en ruinas. Entonces el teatro puso al absurdo y otros géneros, a cuestionar la pérdida de identidad y del lenguaje. A pesar que fue perdiendo su vigor y su masividad frente al cine y la televisión, el teatro siempre va a existir, va a redescubrirse y a retroalimentarse. Hasta que queden las últimas dos personas respirando en este planeta, mientras que uno pueda expresarse y otro lo pueda ver y oír en ese momento, el teatro nunca desaparecerá”.
Para terminar, podría agregarse otro interesante aporte, dentro de esta continuidad de pensamiento, del propio Rafael Spregelburd (autor de ‘Acassuso’) que en una entrevista brindada hace unos años en su momento, puso de relieve su visión acerca de las transformaciones constantes del quehacer artístico en post pandemia. «Es verdad que el teatro cambió de signo, que se volvió posdramático, con relatos complejos no lineales; que está hecho con hibridaciones de otras artes; pero, bueno, hace más de cinco mil años que viene caminando así” y finalmente postuló que: “El teatro no está en crisis, sino que está en permanente definición”.