Adrián Berra

“La música es una herramienta para sobrevivir y transitar la vida”

El guitarrista, cantante y compositor revitaliza el género de la canción de autor a través de sus distintas producciones. En esta oportunidad presenta por primera vez en San Juan ‘Respirar bajo el agua’, su último disco con el que está girando por todo el país. En entrevista con Plataforma GAIA, el artista compartió reflexiones sobre su música y el sentido e identidad detrás de sus letras.

 

Federico Strifezzo

Raúl Caliva I 04-09-2024

Paz, sensibilidad, ternura y disfrute pleno de la música mediante la palabra y los sonidos. Imaginar posibles mundos es una de las características del cancionero de Adrián Berra y que invita a quien lo escuche a animarse a salir de un plano para sumergirse en otro. Es por ello que el cantautor propone en su última producción ‘Respirar bajo el agua’, explorar el interior profundo de las emociones, de los lugares no descubiertos y poder pararse “al costado del camino”, (tal como lo canta Fito Páez) para apreciar y vivir la realidad desde otras perspectivas. De poder mirar lo que no se ve en la superficie y lo que no está tan expuesto.

Un poco tiene que ver con otra canción de ‘Mundo’ (que pertenece a su disco ‘Mundo debajo del mundo’ de 2017) que recita: “lo que no se nombra también existe, tiene su andar y en el silencio vive”. De algún modo, Berra propone bucear con sus canciones para destapar aquellas cosas que, en lo cotidiano, en la revoltosa y acelerada vida moderna, quedan de lado o no tienen la atención que se merece.

En comparación con producciones anteriores, Berra plantea una sonoridad amplia, profunda que contiene una poesía simple pero que interpela directamente con lo sensible para sumergirse en sonidos, letras y melodías con la sensación de plena tranquilidad y serenidad. Esto puede encontrarse en los temas que integran su nuevo y quinto álbum como ‘Antenas en la ciudad’ con la colaboración de Elena Roger, ‘Lluvia en el salón’ junto a El Plan de la Mariposa, ‘Impulso’ con Ainda y en ‘Patria’ con Noelia Recalde.

Estas y muchas otras obras, serán parte del repertorio que ofrecerá en una gira por San Juan y Mendoza durante este fin de semana donde se presentará junto a su banda para compartir esta obra conceptual.

En diálogo con Plataforma GAIA previo al show, el cantautor reflexionó sobre como la música puede ser el refugio necesario para tener una conexión más sana con uno mismo y con los demás.

La música está embebida de quien la hace y mucho más de quién la reciba, en qué contexto y en qué momento.

– Tanto en el disco ‘Respirar bajo el agua’ como en el recital que estás presentando, ¿buscás algo más allá de lo musical, en un sentido más ritual con los espectadores?

– Este disco como este show, está pensado de manera simbólica, de alguna forma con un sentido acuático. La idea de respirar bajo el agua tiene mucho que ver en el mundo de las emociones, de zambullirse en sensaciones que cuando se conecta con eso, abre todo un universo de cosas. Seguramente que a muchas personas les puede tocar de distinto modo, pero que suceda, ya eso es muy bueno. En sus metáforas y en su poética, me parece que es un disco bastante visual. Me interesa que alguna emoción pueda provocar, que toque alguna fibra del alma.

– ¿Hay historias o cuentos detrás de cada canción o qué planteos hacés desde su contenido?

– A diferencia de otras canciones que tengo, en este caso no hay historias que contar o como las que cantaba Fito Páez en ‘11 y 6’. Lo que sí planteo son escenarios y escenas, cada uno puede ubicarse en e l modo en el que está en ese momento. Esto quiere decir que la música está embebida de quien la hace y mucho más de quién la reciba, en qué contexto y en qué momento. De todo eso dependerá qué experiencia se tendrá cuyo resultado será distinto seguramente.

– Cuando decís “Mi cuerpo, mi voz, mi propia patria” ¿qué querés decir y cómo abordás este concepto de ‘Patria’ desde lo individual? ¿También puede tener una dimensión colectiva, de compartir “mi patria” con otros?

– Me gusta la idea de agarrar las palabras con un significado muy fuerte y en vez de correrlas de lugar, ampliar su significado y no cambiarlo. El primer espacio de pertenencia que uno tiene como ser social, es el propio cuerpo. Es la primera instancia y socializar con otros después. Uno puede ser sanjuanino o porteño; y después se es argentino y después, latinoamericano. Son instancias de pertenencia y me gusta pensarlo así con esta idea. Uno es con su propio cuerpo y tiene la potestad consigo mismo, de decidir qué hacer con su propio ser. Es ahí cuando realmente esa decisión sobre la propia identidad de uno, se compartirá e interactuará con otros cuerpos, generando otros espacios de pertenencia más grandes. Por lo tanto, en mi canción quise hablar desde ese lugar, el de la primera capa, la más esencial y a partir de ahí se puede construir espacios con los demás.

 

– ¿Esto también tiene que ver con pensar en que cada cuerpo es un territorio a explorar, conocerse primero y darle forma como un lugar sagrado?

– Exactamente, es como cuidar la casa propia, lo esencial. No podés cuidar a otro si no te podés cuidar a vos mismo. Por eso digo que el cuerpo de uno es el primer espacio de trabajo y de reflexión y a partir de eso se construye lo demás.

– ¿Respirar bajo el agua también habla de la necesidad de ser anfibio y ver en otro plano la realidad? ¿Tal como lo refleja El Principito, “lo esencial es invisible a los ojos”?

– Puede ser, creo que hay que pensarlo como una reflexión sobre el paso del tiempo. Tuve una época donde me estaba inundando literalmente. Empezaba a llover y caían gotas del techo, entraba agua desde el patio por la lluvia, o salía agua de la rejilla cuando el lavarropas perdía agua. Fue una época difícil que tuve que enfrentar, como lo que tiene que ver en el sentido de ser adulto. Realmente, andamos por la vida tapando esos agujeros y no nos queda más remedio que andar inundados y desbordados por el agua de la realidad. Ante eso, tenemos la música que es el snorkel para poder bucear.

Cuando nos resuena algo que genera el arte, lo que hace es despertar algo que ya existía en nosotros, pero que no podíamos ponerle las palabras adecuadas.

– En tus discos trabajás sobre el deseo, la imaginación y la exploración interna ¿Las canciones ayudan a que la persona que escucha construye su propio mundo?

– Sí, porque cuando escuchamos una canción o leemos el libro, intentamos encontrar las palabras adecuadas para plasmar una imagen, una sensación o emoción con más claridad. Sucede también que quien la recibe, conecta con todo ese orden de palabras, con ese decir. Y es muy lindo que de pronto uno ve, o lee o escucha algo que también le puede pasar a otro. Esa conexión es hermosa y cuando nos resuena algo que genera el arte o la filosofía, lo que hace es despertar algo que ya existía en nosotros, que ya sabíamos que está pero que no podíamos ponerle las palabras adecuadas.

– En el mundo de los trovadores y cantautores, es normal que se cante desde lo autorreferencial, ¿buscás un equilibrio para no estar tan aferrado a ello?

– Es difícil escapar de uno mismo, cuando hablo de otro también estoy hablando de uno, algo de eso está implícito. Pero no todo lo hago de forma autorreferencial, hay lugares donde justamente me interesa que la poética sea infinita y que todo sea posible crear. Quedarse solo con la visión de uno, es una perspectiva que está bueno abordar, pero no debe ser la única.

 

– Al tener un espíritu nómade, ¿las experiencias de tus viajes contribuyeron al motor creativo?

– De hecho, los viajes y la raíz de las canciones fueron haciéndose en simultáneo y dándose la mano. Se nutrieron mutuamente. Lo que me gusta del hecho de viajar, es poder habitar otra mirada que no sea la que estás acostumbrado a tener. Por ejemplo, estuve muchos años viviendo en las sierras de Córdoba y en Uruguay y de esa manera, la perspectiva se fue corriendo y fui aprendiendo cosas nuevas, dejando atrás comodidades que tuve, teniendo nuevos desafíos y un plan de conquistar cosas nuevas. Cuando nos paramos desde otro lugar recibimos otra información y vamos nutriéndonos de nuevas vivencias.

– Justo ese principio está en la canción ‘Desaprender’.

– Totalmente, y hay que desaprender lo aprendido en la vida cotidiana. La música tiene ese don poderoso cuando escribís las canciones, las grabás, las compartís y después logran tener una vida propia. Suceden situaciones que, en la vida, como en el caso de la música, no se puede tanto conducir o guionar. Andar detrás de las canciones es entregarse un poco a ceder el control y que la canción misma se vaya sola. Todo eso es lo que trae la experiencia de la música y es la música que va guiando mi vida y no al revés.

 

La misión de la música es que sea compartida.

– Al reinterpretar ‘El himno a tu corazón’, la armaste de nuevo con otros componentes y otras letras a tu manera, pero ¿Qué sucede cuando el proceso es a la inversa? ¿Qué te provoca que tus canciones sean reversionadas por otros?

– Es muy lindo. Me ha pasado que otros hayan reversionado mis canciones con un sonido diferente. Me pone contento que la canción tenga vida propia y que otros puedan hacerla. Por eso la canción debe ser libre de un autor y que sea patrimonio de los demás. Ese es el sentido que tiene la música, su misión es que sea compartida.

– Ante la sobresaturación de propuestas, producciones y figuras en la industria ¿hay lugar para el género “cancionista” y que haya un público dispuesto a escuchar?

– La canción es un género que nunca está de moda. Es más, está entre una y otra moda, la canción está en el medio. Pero en ese sentido, las canciones nos forman toda la vida. Cuando vos escuchas una linda canción que te sensibiliza, automáticamente parás la oreja. Es cierto que estamos en un momento de mucha superficialidad e inmediatez en relación con el compromiso de las cosas, donde todo debe ser corto, efectivo y rápido. Capaz que la misma canción de autor no venga de ese universo. Pero a pesar de todo, sigo confiando en el poder de la música en todas sus formas. Me parece que la música es poderosa y el tiempo para ella, va a volver, porque la música se encarga de eso. El contexto puede ser más favorable o menos favorable para unos y para otros, pero la canción es atemporal.

– ¿Cómo mantenerse auténtico cuando el sistema te exige ser masivo, cool y canchero y no traicionarse a sí mismo?

– Lo importante es hacer lo que uno siente y desea hacer. Es importante sentirse a gusto con la búsqueda propia. Si te mantenés en esa línea, podés cambiar o mutar, identificarte con diferentes sonidos que te marcaron y puede saltar a cualquier otro estilo, porque tampoco es una obligación autoimpuesta que uno tenga que tener el mismo gusto de forma eterna, pero lo fundamental es escucharse uno mismo y desde allí se encontrarán todas las respuestas.

 

– ¿Hay cosas de la vida moderna que te quitan la alegría?

– Las canciones son como un recorte de un sentimiento o pensamiento y cuando llega una idea o emoción, uno como cantautor hace un recorte de un proceso mucho más largo y profundo. Ya lo decía Oliverio Girondo: “En la vida hay que sublimarlo todo, no hay que dejar nada sin sublimar”. Me parece que la música es hermosa desde un dolor que se puede abordar en una etapa entrante y de salir de ello en algo nuevo que pueda superar ese dolor. Cada uno hace un recorte de esa línea de tiempo y me gusta vivir aquellos procesos puertas adentro y cuando ya esté listo, poder expresar el sentimiento como canción y sacarlo afuera. Obviamente que hay muchas cosas que nos tiran abajo todos los días, pero como decía Charly “es mejor no estar atado a nada”.

– Estamos viviendo una época donde la crueldad se expone diariamente. Para vos ¿cuáles son aquellas canciones necesarias para acompañarnos desde una trinchera?

– Cada persona debe buscar sus artistas que le generan un bienestar, que es lo que me pasa con Charly o con Mercedes Sosa. Cuando escucho sus discos me hacen volver a la casa de mi viejo a almorzar o cuando te lastimaste por algo y querés volver a ver a tu mamá que te espera a tomar una chocolatada. A mis 40 años esas cosas me hacen volver a sentir como un chico cuando disfruto de sus canciones y son necesarias cuando pasa algo malo, buscás el refugio necesario en aquellos artistas que queremos puedan estar presentes en nosotros.

 

 

Conectar con las cosas que nos hacen bien, nos mantiene a flote.

– ¿Se podrá reparar lo que se está rompiendo en estos días en lo social y en lo cultural?

– No lo sé, el mundo siempre fue, en cada generación, muy doloroso. Vemos que todo lo que vino pasando hasta ahora, no avanza. Al contrario, el mundo sigue para atrás y yo digo ¿en qué momento de la historia no lo estuvo? Hay que tomar conciencia que en cada época siempre hay y tendrá sus tinieblas. Pero pese a todo eso, no hay que dejarse caer y seguir caminando hacia adelante. La vida continua y hubo gente que hoy ya no está pero que han sido guías y faros de luz para los demás. Miremos en ellos y los que continuaron, que dieron su amor y su luz para guiarnos el camino por donde ir. Conectar con las cosas que nos hacen bien, nos mantiene a flote y seguir respirando bajo el agua.

– ¿Consideras que vos puedas ser otro faro el día de mañana?

– No para nada, no lo sueño y no anhelo eso. La música es una herramienta para sobrevivir y transitar la vida. Si la música que hago le llega a los demás, es lo que me hace feliz. No quiero, ni busco trascender en nada, no tengo ese deseo de que como artista la gente no me olvide. Si en el futuro la gente cantara mis canciones, significará que algo lindo dejé en el mundo. Pero no tendrá que ver conmigo, sino que las canciones son las que tengan que quedarse. Es eso, pretendo que las canciones perduren.

Bio

Adrián Berra nació Buenos Aires en 1985. Sus canciones de espíritu lúdico y viajero se colaron naturalmente en escuelas, espacios de debate, organizaciones y colectivos para ponerle música a proyectos como ‘La Educación Prohibida’ (documental sobre educación libre), ‘Trazando Resistencia’ (lucha del pueblo de Cajamarca, Perú, contra el proyecto minero Conga), ‘Asira’ (Asociación Síndrome Rett Argentina), ‘Tierra de Sueños’ (Bogotá) y ‘Logopedia’ (Madrid). Sus recitales en espacios alternativos, jardines o casas crecieron con el boca en boca y ayudó a acrecentar su propuesta que va alternando en esos lugares con recitales en salas como el Centro Cultural Konex, la Sala Siranush, Teatro Margarita Xirgú, Groove, Niceto Club y otros sitios de Buenos Aires, Rosario, La Plata, Mar del Plata y Córdoba. 

 

En números

Berra cuenta con 5 discos editados, 3 singles, una película, un documental más de 100 millones de reproducciones, 400 mil oyentes únicos en Spotify y 15 mil suscriptores en YouTube lo instalan definitivamente dentro del universo de la canción. A lo largo de su carrera realizó más de 120 conciertos por casi todo el país y unas 20 giras internacionales por más de 10 países entre América y Europa. Compartió escenario con Muerdo (Esp), Pedro Pastor (Esp), La Otra (Esp), El plan de la mariposa, Nito Mestre, Perotá Chingó, El Kuelgue, Manu Chao, La Charo, Loli Molina, Martín Buscaglia (Uru). En 2022 Jorge Drexler lo eligió para abrir su primer concierto en el Teatro Gran Rex en Buenos Aires. En 2024 Adrián sigue mostrando su último trabajo en estudio con la banda completa y una puesta escénica y show renovado con el cual se presentó e en el C.C. Konex y posteriormente en una gira por España y Dinamarca.

 

Para saber

Adrián Berra tendrá su recital el jueves 5 de septiembre a las 21:30 hs. en el Cine Teatro Municipal de San Juan (Mitre 41 este). Entradas: Promo 4 entradas: $54.000; Promo 3 entradas: $40.000; entrada general por persona $18.000. Anticipadas en boletería y en Entradaweb.

Esta nota fue posible gracias al apoyo de nuestra comunidad. Apoyanos y accedé a sorteos y otros beneficios: https://plataformagaia.com.ar/comunidad/

error: Este contenido es propiedad de Plataforma GAIA !!
Share This