El cuarto de Verónica

Una obra para ver con los ojos bien abiertos

Con dirección de Virginia Magnago y la actuación de Silvia Kutica, Fabio Aste, Clara Saccone y Adrián Lázare, regresa por segunda vez a San Juan el exitoso thriller psicológico que le pondrá a más de uno los nervios a flor de piel. Misterio, suspenso y terror fluyen en el escenario para lograr una experiencia que no tiene nada que envidiarle a las películas del género.

Fogón

Por Romina Maina I 01.08.2024

Desde su debut en 2021, la puesta argentina de El cuarto de Verónica, pieza de Ira Levin estrenada en Broadway en la década de los ’70, no ha parado de hacer funciones en el Teatro Metropolitan de Buenos Aires y en distintas ciudades del país. Esta vez, este intrigante thriller de suspenso regresará a San Juan con una única función en el Cine Teatro Municipal (14 de septiembre, 21.30 hs).

El elenco está encabezado por Silvia Kutica y Fabio Aste y se completa con Clara Saccone (en reemplazo de Fernanda Provenzano que estuvo en la primera versión que llegó al Teatro Sarmiento en 2022) y Adrián Lázare, bajo la dirección de Virginia Magnago.

La historia comienza cuando una encantadora pareja de ancianos lleva a una joven y a su novio a su casa para mostrarles a través de una fotografía el parecido que ella tiene con Verónica, fallecida hace mucho tiempo. Si bien no la conocen, le piden que se haga pasar por esta chica ante la inminente muerte de un familiar que cree que Verónica aún está viva. Esta es la base argumental de una pieza que se transforma en toda una pesadilla de la que será difícil escapar.

Lo que a simple vista parece un argumento sencillo, pone al espectador ante el engaño que motorizará un relato que adquiere distintos matices a medida que avanza la trama, con giros inesperados y sorpresivos. En el trasfondo, se tocan temas varios: vida y muerte, fantasía y realidad, incesto, locura y perversión.

Aunque mucho no se puede contar a riesgo de develar lo que verdaderamente ocurre, antes de la función en San Juan, Plataforma Gaia mantuvo una entrevista con Fabio Aste en la que compartió algunos detalles de esta obra que ganó el Premio Estrella de Mar 2023 como Mejor Obra Dramática y ya es un clásico del género.

“El público queda muy atrapado con lo que sucede en la historia. No entiende, se angustia, se enturbia, se inquieta. Y hay un quiebre donde los personajes no son lo que dicen ser. Crees todo el tiempo que son una cosa y no son lo que parecen. Y cuando pensás que entendés la historia, empieza a pasar otra cosa y es donde decís ‘esto es lo que sucede’ y al final hay otro punto de quiebre donde se devela quién es quién, y qué es lo que pasa realmente”, cuenta el intérprete.

Los personajes no son los que dicen ser. Crees todo el tiempo que son una cosa y no son lo que parecen.

El reconocido actor de cine, teatro y televisión tiene un rol preponderante en esta obra que conoció de chico en una versión anterior que hicieron Susú Pecoraro, Germán Kraus, María Vaner y Alberto Argibay. Lo que no imaginó es que años después sería él quien encarnaría a uno de esos personajes sobre el escenario.

Justamente esto es lo primero que menciona al señalar qué es lo que disfruta de trabajar este género: “La ví cuando tenía 14 años, creo que fue en el Teatro Olimpia que ya no existe. Me marcó profundamente, después me compré el libro. En los ‘90 hice el personaje que hoy hace Adrián Lázare y después la volví a hacer cuando me convocó Adrián en 2020, haciendo el personaje protagónico masculino”, recuerda.

Aste encarna en esta pieza a más de un personaje. Aunque, como él mismo aclara “en realidad, es la misma identidad de un personaje que va mutando. Y eso que me pasa a mí le pasa a Silvia, los dos tenemos identidades que van mutando. Te conté todo”, dice entre risas.

Lo cierto es que la obra pone frente al espectador seres monstruosos, perversos y muy oscuros, cuyas grietas emocionales irán emergiendo a medida que se vayan armando las piezas del rompecabezas. Y para eso hay que estar muy atentos para no perderse ningún detalle.

La representación de estos personajes complejos e intrincados exigió un trabajo meticuloso que redunda en una experiencia cada vez más profunda para el relato: “Yo creo que los personajes están más ricos y que si bien hay una impronta que se buscó que estuviera desde el inicio, hay una profundidad que uno va ganando y una cantidad de matices que va adquiriendo con la repetición de funciones. Esto hace que encuentres nuevas aristas, nuevos resortes y que te manejes con mucha más comodidad en un género complicado y en una obra también compleja”, remarca.

Podríamos hacer la obra sin un solo mueble, sin un solo elemento porque los personajes son muy potentes»

A diferencia de “Te espero en la oscuridad” (la otra pieza del género donde también comparte escenario con Kutica), ésta tiene una escenografía más despojada porque para él todo está concentrado en la composición de los personajes. “La podríamos hacer sin un solo mueble, sin un solo elemento porque los personajes son muy potentes” señala. Eso marca distancia con “Te espero…” en la que son más lineales y se sabe desde el principio lo que va a pasar. “Acá no, el espectador se hace mil preguntas y la base del trabajo nuestro está puesto en la composición poderosa de esos personajes intrincados psicológicamente”.

Trabajar el terror, el suspenso y el misterio en teatro y que sea creíble es todo un reto. Sobre todo, si se tiene en cuenta que es un género poco frecuente en la oferta teatral argentina y que, además, la escena en vivo carece de los efectos de cámara y otros recursos propios del lenguaje audiovisual que sirven para generar una atmósfera particular y que la historia cierre.

La obra transcurre en un dormitorio y está concebida para ser vista en vivo (…) se genera una intriga, un suspenso, un nerviosismo que es maravilloso no verlo en una pantalla sino ahí en vivo y en directo.

“Es verdad que es un género que es patrimonio del cine, pero esta obra está escrita para teatro. Su autor, Ira Levin se negó sistemáticamente a llevarla al cine, porque la obra transcurre en un dormitorio y está concebida para ser vista en vivo. Vos te metés en ese cuarto de la mano de lo que le sucede a Susan. Entonces se genera una intriga, un suspenso, un nerviosismo que es maravilloso no verlo en una pantalla sino ahí en vivo y en directo. Nos ocupamos de crear en el escenario climas de suspenso y de intriga que son propios del cine a través de la luz, de la música, de las miradas pero fundamentalmente apoyado por lo técnico, por la luz y el sonido», cuenta.

En su sexto año en cartel y giras por todo el país ¿qué es lo que le da vigencia a esta obra? y ¿qué hace que algunos la vean dos, o incluso tres veces? Aste tiene una respuesta: “La explicación tiene que ver con que está bien hecha (ríe) es muy compacta la obra. El Cuarto de Verónica es muy efectiva no solo porque lleva más de cinco años en cartel, sino que cala hondo, sorprende, de verdad te deja con la boca abierta. El espectador no va a poder creer lo que ve. Es muy sorpresivo e inesperado lo que va a pasar. Está muy bien escrita, es muy inteligente la obra y apela a la emoción constante del espectador. Ahí radica la base del éxito”.

Luego de El Cuarto de Verónica y Te Espero en la Oscuridad, cabe preguntarse si vendrá una tercera obra del género. Por el momento, no habrá más terror ni suspenso, pero ya Aste adelantó que se viene una comedia: “Vamos a Mar del Plata con El Cuarto..” y esta comedia maravillosa, delirante, bizarrísima donde voy a hacer un personaje desopilante del que no puedo contar mucho todavía”, dice el actor que seguirá en este nuevo proyecto -cuyo título se dará a conocer más adelante- junto a Silvia Kutica con quien viene trabajando desde hace muchos años.

“Nos llevamos muy bien, somos amigos. A esta altura imaginate las cosas que han pasado en cinco años de los dos. Ya somos como un matrimonio artístico”, refiere con cariño hacia su compañera de elenco con quien lo une un vínculo de respeto y afecto tanto a nivel profesional como personal.

Mientras tanto, el actor desarrolla también en paralelo algunos proyectos audiovisuales para plataformas de streaming. Tuvo una participación en el primer capítulo de la recientemente estrenada serie “Cris Miró (ella)” y espera con gran expectativa el estreno en agosto de “La Voz Ausente” donde hace un personaje “muy entrañable, difícil y polémico”, aunque por el momento no puede adelantar nada más.

 

En lo personal, atraviesa un buen presente laboral, aunque observa que, si bien cambió la forma del consumo audiovisual y que es necesario adaptarse a las nuevas exigencias que impone el contexto, advierte de la necesidad de que las plataformas de streaming no dominen toda la industria. “El mundo va cambiando y los paradigmas van cambiando y también el entretenimiento va cambiando. Lo ideal sería que coexista la Televisión abierta con este nuevo paradigma de las plataformas audiovisuales como pasa en Colombia, en México, en Brasil donde están las dos formas de consumir audiovisual”, opina.

Sin embargo, la crisis actual de la industria audiovisual con el desfinanciamiento del INCAA, la eliminación de la cuota de pantalla que garantiza la exhibición de películas nacionales en salas comerciales y el ajuste feroz en la industria del cine y en la cultura en general parece, estar lejos de eso: “Es una pena porque son fuentes de trabajo y me parece que un país forja su identidad cultural a partir de los espacios culturales como estos subvencionados por el Estado. Me parece bien fiscalizar, no me parece bien cortar de raíz algo que es beneficioso para la sociedad”, aporta su opinón desde su experiencia profesional.

¿Qué va a pasar? “Lo que vemos que está pasando”, dice sobre el final de esta entrevista respecto a la realidad que están atravesando los diversos sectores de la cultura en Argentina, en especial de la industria audiovisual y las artes escénicas. “Bajó la producción nacional. Sacando grandes multinacionales que financien proyectos audiovisuales y aún así hay problemas porque el aumento del dólar oficial y la corta brecha con el blue hizo que no sea rentable para las plataformas internacionales filmar acá como era antes y las producciones independientes van camino a extinguirse con una desfinanciación absoluta. En el caso del teatro, es costoso, pero nunca va a morir. Está vivo y se va a mantener vivo, aunque claramente en el último tiempo bajó bastante la afluencia de público a las salas por la situación económica y porque los bolsillos están más flacos”.

No obstante y pese a numerosos obstáculos que toda producción independiente debe afrontar, como en el caso de este elenco que funciona como una cooperativa artística, la calidad de esta puesta no decae y tampoco defrauda. Dado que Aste, Kutika y compañía ponen el cuerpo tanto afuera como adentro del escenario para brindar la mejor experiencia que exige esta obra al espectador. Quién ya la vio, irá ansioso a revivir emociones intensas y aquellos que tengan la oportunidad de disfrutarla por primera vez, no podrán moverse de las butacas hasta el final.

 

Dónde verla

El cuarto de Verónica tendrá una única función el 14 de septiembre a las 21.30 hs en el Cine Teatro Municipal de San Juan. El valor de las entradas es de $16.0000. Podés adquirirlas online en Entradaweb

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