“El rock es la voz del pueblo”

Raúl Caliva I 30-08-2024

Como una suerte de “renacimiento” rockero, Caras Extrañas representa la nueva etapa artística que comanda Mauricio “Junior” Lescano después de la disolución de la histórica banda La 25. Por un largo proceso de reconversión, en medio de la pandemia de COVID (a mediados de 2021) y con la parcial habilitación de conciertos en vivo, este nuevo proyecto surgió con mucha fuerza, a base de nuevas canciones, pero siguiendo la herencia de la anterior agrupación. Al regresar a los escenarios, el impacto en el público fue sorpresivo. Porque en todo momento, Junior no se quedó inmóvil, compuso nuevos temas, los presentó de forma individual o en modo “sencillo”, tales como ‘Ya no’, ‘Viejos hábitos’, ‘Leyenda urbana’ y ‘3 acordes’. Ahora está en plena gira nacional promocionando el primer disco oficial con el título “12 Pócimas”. Es en este contexto, donde la banda vendrá con esta producción y con las clásicas canciones de La 25 a la provincia. 

La banda está conformada por Junior en voz y guitarra, Heber Vicente en batería, Darío “Rodia” Bruschi en guitarra acústica y Juan “El Niño” Ildarraz en armónica. Luego se sumaron Gastón Picazo en teclados, Ariel “Arito” Rodríguez en guitarra, Juano Bang en bajo y Enzo en saxo. El nuevo sonido de Caras Extrañas propone un sonido clásico de rock & roll, blues y la mística poética del rock barrial que indica que la pluma de Junior estuvo trabajando intensamente en los últimos años ampliando el cancionero y afianzando un mensaje claro, directo y contundente para sus fans. De esta nueva etapa, Junior habló con Plataforma GAIA previo al show de este fin de semana.

– ¿Cómo fue tu decisión de poner punto y aparte con La 25 y replantearte todo lo que hacías, para después dar paso a este nuevo proyecto que es Caras Extrañas?
– Fueron momentos y decisiones difíciles, hay en la vida caminos que se cierran y otros que se abren. Creo que los buenos desafíos mueven bien la palmera y eso me gusta. Estar en movimiento siempre en la pelea y la lucha del rock. Pero al final, fue un paso importante y necesario. Aunque La 25 fue todo para mí, fue la vida, la juventud, bueno, las cosas son como son y se dio de esta manera. Igualmente, aquellas canciones no las he olvidado y en cada show de Caras Extrañas, las ponemos y hacemos un repertorio de todas las épocas y eso es lo que sucederá en San Juan, porque el ritual que tenemos se mantiene igual. Me gusta que esta banda sea contundente en todos los sentidos y es una autoexigencia necesaria para este presente y para superarnos a nosotros mismos. Logramos buenas cosas, como tocar en Luna Park, en Cosquín Rock, Cosquín Uruguay y Cosquín Paraguay, hasta iremos a Europa. Así que las cosas buenas que logramos en poco tiempo, nos plantea un buen futuro para estar a pleno.

– ¿Qué fue cambiando en tu mirada respecto a la música y el rock desde la pandemia hasta acá?
– Creo que la esencia del rock sigue vigente. Aparecen nuevos músicos que hacen muchas cosas y aportan bastante. El tiempo está pasando y nos volvemos más profesionales.

– ¿Cuál es el concepto de 12 Pócimas?
– Cada canción tiene su mezcla especial, tiene que ver con la esencia que tenemos como una suerte de brujería que cada uno aporta lo suyo en que cada uno de nosotros mezcla un condimento que le ponemos. Como resultado es una recarga de energía, este disco ‘12 Pócimas’ es un quiebre espectacular y a la vez un legado que sigue. El mejor álbum que grabé hasta ahora por el tiempo y por el proceso que tuvo en la composición de cada tema.

– ¿Es una metáfora de la labor del artista en su cocina?
– Si es así como lo sentimos, tal cual. Por ejemplo, las letras que salen de manera natural, espontáneas, que se ajustan a nuestros tiempos y vivencias. Esa forma de componer está buenísima, cuando se suma un productor también es bueno que suceda, la verdad que es un laburo de laboratorio lo nuestro y tiene que ver con eso.

– ¿Conservás ese apego por el blues, el rock clásico de barrio que tuvo un fuerte efecto en los ‘90?
– Sí creo que el rock toma de la balada, del blues, del country y el folk. Es algo que nos nutrimos de todo eso y de esa mezcla sale algo fuerte y transgresor. Las modas van y vienen, como hoy puede estar de moda el rap, ayer la cumbia villera, o la música electrónica, pero el rock siempre prevalecerá porque es un bien cultural, social y político. En el rock hay una frecuencia diferente y una riqueza musical particular que hace que por más que el pibe pueda apreciar o interesarse por una moda, en el rock siempre encontrará el espacio para disfrutar de la música y experimentar.

– ¿Y qué tiene para decir el rock en este tiempo?
– Muchísimo. Fijáte que con las nuevas bandas que emergen hoy, copan Buenos Aires y de hecho son quienes llenan los microestadios. Eso demuestra que el rock no morirá jamás. El rock está para enfrentar lo que está mal. A través del rock nos expresamos para pelear con libertad. Me molesta cuando hacen de una banda un partido político. Pero me parece que podemos ser combativos con la fuerza pura del rock, el rock es la voz del pueblo y es la expresión más sincera por donde se puede expresar libremente. Tiene que ver con decir las cosas poéticamente el sentimiento de la gente. Sobre lo que pasa ahora, lo que tiene que ver con el futuro del país. Otra cosa es bajar línea, que según de donde venga no me parece bueno, cada uno tiene sus ideales y piensa como quiere. Pero me parece que, si uno tiene el micrófono, tiene un poder de decir las cosas muy grandes, yo voy por el sentimiento de la gente.

– ¿Qué hace que un artista sea transparente y honesto intelectualmente?
– Es lo que hace la esencia de un artista. A la vista está, nosotros no trabajamos para una compañía, no hacemos canciones para que suene en la radio, somos libres de decir lo que queremos y me siento bien no buscando una conveniencia discursiva para sacar redito de algo. Tiene que ver con la esencia y la historia de cada uno y no traicionarse en lo que se dice y en lo que se hace.

– ¿Te costó sostener esta conducta a lo largo de tu carrera?
– Sí, mucho y me sigue costando porque me puso en contra de muchas compañías, desde luego hay un circuito cerrado que te deja afuera de todo. Pero nunca aflojé y sigo en contra de todo eso. Cuando en un festival te dicen las compañías que hay que poner a Los Palmeras y lo ponen igual sin importar lo que sea, cuando nosotros luchamos porque el rock verdadero no pierda espacio.

– ¿Cómo ves las nuevas bandas que se muestran ahora?
– El rock argentino es muy exigente y de muy buen nivel mundial, entonces está bueno que se siga por ese camino, aunque a los pibes le cueste mucho, donde en este país no hay apoyo cultural. Es verdad, cuesta un montón, pero deben seguir peleando como todos los que estamos en esto lo hicimos cuando éramos más jóvenes. Creo que el problema de todo esto es que el sistema no cambió para mejor, pasan los años y todo sigue igual, en nuestro tiempo cuando quisimos grabar nuestro primer disco fue terrible, estábamos muy limitados en todo y hoy se da la misma situación. Siempre hay que enfrentarse a los mismos molinos de viento. A las bandas de hoy les pasa igual lo que sufrimos nosotros ayer.

– ¿Cuál sería la mayor aspiración que tiene Caras Extrañas respecto al futuro?
– No tenemos grandes ambiciones, pero si la gente percibe lo que es bueno, nos elegirá, porque exige calidad. Me gusta como suena la banda en este momento y ojalá podamos difundirlo en todo el país y en el exterior y lo que venga será a su manera y sin pretender nada. No tenemos una gran meta. Muchas radios nos dicen que somos una revelación del rock de este año y está bueno porque que se dé un golpe de efecto por este discazo y me gustaría que los escuchen los pibes y que tantas cosas que le mente de prepo, es bueno que descubran algo más sano para escuchar.