“Asumimos el compromiso de que la cultura sea compartida popularmente”

Por Raúl Caliva I 15-05-2024

Algunos historiadores, compañías discográficas y críticos de la música lo definen como ‘crossover’ en algunos países; en otros, se lo considera como ‘fusión’ pero, en lo sustancial, puede decirse que es un camino intermedio o hibridación de los elementos característicos del canto lírico, que comienza a transitar algunas piezas del repertorio operístico clásico hasta que llega a un punto de contacto con el pop, el rock, la música ligera y contemporánea, como el jazz y ritmos latinos. Así se lo conoce como género lírico-pop o ‘pópera’.

Las voces pioneras que abrieron las puertas a este nuevo estilo, fueron Los Tres Tenores, conformado por Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras, pero quien supo consolidarlo fue el propio Andrea Bocelli, saliendo de las obras clásicas y dándole mucha popularidad en la década de 1990. Después, le siguieron otros referentes como Sarah Brightman, Emma Shapplin, Il Divo, Il Volo, Mario Frangoulis, Mauro Calderón y Josh Groban, entre otros.

A diferencia del pop propiamente dicho, dónde está enfocado precisamente en las melodías pegajosas, las letras simples y el ritmo fácil de bailar y cantar, el lírico-pop incopora un sonido más sofisticado y un tono algo más dramático. Sin embargo, al trabajar sobre la base de los clásicos de la ópera universal, le pone un color interesante y como resultado, termina siendo atractivo en un concierto sinfónico, orquestal y hasta coral, valiéndose de varios recursos para ofrecer una puesta más amena y amigable a públicos más amplios.

Como este nuevo género empezó a ser una tendencia creciente en Europa, el cantante Alejandro Falcone -que además de ser tenor cuenta con una tradición enraizada en el rock- se dio cuenta que en Argentina y en el resto de Latinoamérica el lírico-pop no tenía registro en la escena local. Por lo tanto, se involucró y se propuso como misión ocupar ese espacio vacío. En la búsqueda, que duró un tiempo considerable, halló al barítono Federico Picone y al necesitar a un tenor agudo, se contactó con Sebastián Russo, e inmediatamente lo sumó al nuevo proyecto.

El fuego primordial se encendió en 2014 y desde entonces, a lo largo de diez años, el grupo ‘Héroe’ es la fórmula musical que más representa el género del lírico-pop en la región y con su propuesta, se aleja bastante del carácter y estilo solemne que poseían los Tres Tenores. Al contrario, el trío supo forjar una identidad propia, con una dinámica más espontánea, desacartonada e incluso, con altas dosis de interactividad y de diálogo fluido con los espectadores en sus presentaciones en vivo.

Con el nombre ‘Noche Lírica Italiana’, lo que pretende Héroe, más que un concierto es toda una experiencia que despierte emociones. El recorrido de las obras que ofrece, ya está indicado en el mismo título del espectáculo: las arias más conocidas de las grandes óperas italianas, canzonettas y otras piezas, con versiones arregladas y modernizadas. ‘O sole mío’, ‘Bella Ciao’, ‘Caruso’, ‘Volare’, ‘Il mondo’, ‘Fiesta’ y otras de alto vuelo como ‘Nessum Dorma’ y demás creaciones de grandes autores universales como Puccini y Verdi. Sin embargo, no se conforman con estas entregas, también incorporan composiciones propias y otras provenientes de la música popular argentina, que conforman un espectro musical amplio.

En su primera gira por Cuyo, el trío estará próximamente en el Teatro Sarmiento el domingo 19 de mayo y con grandes expectativas por esta presentación debut en San Juan, Plataforma GAIA habló con el tenor Sebastián Russo quien definió a esta experiencia artística como un acto de “noble heroísmo”, tal como hace referencia al nombre del grupo. Pero el concepto al que alude, va más allá de lo estrictamente musical. Este proyecto cuenta con una dimensión social que, con la música, complementa las acciones culturales al mismo nivel que las humanitarias, apoyadas en los valores de paz, solidaridad y empatía.

Lo que significa que ‘Héroe’ no es solo un trío que canta lírico-pop para entretener. También invita a la armonía con mensajes de contenido social. Así propusieron obras tales como ‘Soñemos que todo es posible’, que está direccionada a señalar las grandes desigualdades que hay en el mundo y otra obra también importante como ‘Unidos por la paz’, en un reclamo concreto en contra de la guerra y a favor de recuperar las Islas Malvinas, que de hecho, fue grabada y publicada en tres videoclips en las mismas islas, hoy ocupada ilegalmente por Gran Bretaña y donde existe un enclave militar de colonización del Atlántico Sur por las fuerzas de la OTAN. Por si fuera poco, también ‘Héroe’ ayudó a constituir y apadrina hoy la Asociación Civil Pequeños Héroes, dedicada a ayudar a niños y jóvenes de escuelas rurales y comunidades carenciadas en el país.

“Esfuerzo, dedicación, trabajo duro, constancia, disciplina, compañerismo y convicción, son algunos de los ingredientes de esta fórmula”. Así lo dejó escrito Sebastián en un post de su cuenta de Instagram hace tiempo y que, al día de hoy, no pierde vigencia.

Russo viene de una extensa tradición en el ámbito de la ópera. De hecho, es uno de los destacados exponentes del género en el Teatro Colón. Formado bajo el ala de prestigiosos maestros como Nino Falzetti, Horacio Amauri y Susana Cardonnet, protagonizó numerosas puestas de ‘El elixir del amor’, ‘La Traviata’, ‘La Bohème’, ‘Rigoletto’, ‘Tosca’, ‘Las bodas de Fígaro’, ‘Macbeth’, ‘Madam Butterfly’ y ‘El Fantasma de la Ópera’ por citar las más conocidas.

Su predilección por el repertorio italiano surge porque no solo son las más bellas en cuanto a composición, sino que hay también un componente afectivo ligado a la historia argentina. “Revalorizar las canciones italianas en este concierto parte de la base que la consideramos como clásicas que, aunque no se sepan mucho por cómo se llaman para la gran mayoría, cuando las escuchan inmediatamente son reconocibles en el oído. Eso las hace populares, porque trascendieron sus épocas y sus fronteras. Por eso nosotros hacemos que el espectáculo no tenga la necesidad de escucharlas en silencio absoluto. Es más, queremos que el público pueda cantarlas también a su modo, reírse y disfrutar con alegría”, explicó Sebastián.

Dichas arias y canzonettas pertenecen a un contexto social y a un tiempo determinado, pero que, en su origen, sus autores las concibieron para que sean escuchadas por el pueblo. En el interior de cada de una de estas obras, hay temas mundanos o terrenales, pero también existenciales y profundos de la condición humana, que son universales. Refleja una vivencia, y cualquiera puede sentirse identificado, porque, en definitiva, la ópera habla y evoca sentimientos humanos esenciales. “Totalmente” -afirmó Sebastián- “la ópera nació y fue un género popular en su tiempo. Lo que pasa que, por otras razones y por muchos años, quedó encerrada en un círculo elitista, por este motivo, queremos salir de ese lugar para vivir al canto lírico y a la ópera de otra manera, en un contacto más directo con la gente”.

A diferencia de Los Tres Tenores, el tándem Falcone-Russo-Picone se mueve de otro modo, sin renunciar a la calidad interpretativa, pero con otros gestos y acciones en escena que le dan una dinámica fresca y atractiva para no dispersar la atención o evitar el agotamiento o fatiga del público. Incluso, cuentan con otro punto a favor, que, en Argentina, las canciones del repertorio clásico italiano son siempre bienvenidas. “Lo que pasa es que hay una afinidad por la historia de las corrientes migratorias que tuvo el país y que, por generaciones, los lazos de Italia siempre estuvieron presentes. Entonces, hay ciertas conexiones culturales. No son pocas las casas donde tenías a un abuelo o un tío o una tía, que entonaba estas canciones”, dijo el tenor.

Y manifestó también, que es la esencia clave que posee este conjunto vocal: “el canto lírico tiene mucho aire y cuota de heroísmo, de poderío vocal y orquestal. Atravesamos estos diez años de carrera y los tres damos una variedad y color muy rico capaz de combinar orquestaciones de opera clásica y orquestaciones sinfónicas de rock y pop”.

De casualidad no hay nada, todo lo que vienen realizando, desde giras por Argentina y por otros países del continente, más las producciones de sus dos discos, es pensado con un objetivo claro. Aunque también, ser parte de Héroe, plantea sus desafíos y no fueron pocos para Sebastián. “En mi caso, debí empezar a trabajar con otros registros y no estaba acostumbrado a usar micrófono en mano. Venía con la impostación formal de la ópera. Pero aquí, en el lírico-pop, no hay una regla definida y no es tan estricto y exacto, porque se trata de un género muy joven”, contó Russo. Gracias a esta flexibilidad del formato, le permite al trío vocal, contar con más amplitud y libertad creativa para desarrollar otros repertorios que no son propios de la ópera, reversionarlos con arreglos adecuados y traerlos a su propio terreno. Fue así que pudieron realizar ensambles excepcionales como, por ejemplo, con León Gieco para una versión lírica de ‘Solo le pido a Dios’.

Dentro de este esquema, pueden lograr el cometido de acercar la expresión y el canto lírico a otros públicos que no estén acostumbrados a escuchar o no conozcan el mundo operístico. “Tenemos el compromiso asumido que la cultura debe ser compartida popularmente. La ópera no es un género elitista, trasladamos emociones e intensidades del teatro cantado, que no se necesita conocimiento previo para comprenderlo, porque incluso, muchas óperas son subtituladas. Queremos ajusticiar y salir de ese esquema en el que cayó históricamente. Porque queremos que la gente pueda emocionarse, pasarla bien, escuchar y sentir esta bella música. Esa es la idea de todo esto”.

En 2019, Héroe logró un hecho artístico significativo. Grabar en pleno territorio ocupado de Malvinas, tres videoclips correspondientes a ‘Aleluya’ (de Leonard Cohen en el cementerio de Darwin) en homenaje a los caídos de la guerra de 1982, ‘Desarma y sangra’ (de Charly García), dirigido a los excombatientes y por último, ‘Unidos por la paz’, de propia autoría, con un claro mensaje pacifista que además, incluyó la participación de Ricardo Mollo, de Divididos en la guitarra eléctrica.

En su momento, concretarlo no fue nada fácil. Primero por la enorme burocracia en el medio que impone la administración ocupante, en materia de permisos y segundo, por la hostilidad de los kelpers para con los argentinos. Sin embargo, con muchas incomodidades encima, pudieron sobreponerse y grabar en diez días lo que se propusieron en un viaje complejo y lleno de sentimientos encontrados.

“Abrazamos con fuerza la causa de Malvinas porque somos argentinos. No debemos olvidarla y desde lo artístico queremos hacer nuestro aporte. Ese viaje nos cambió y no volvimos iguales. También, nos vinculó a los veteranos y excombatientes. Nos dimos cuenta que la guerra dejó serias secuelas que marcaron la historia del país y del mundo. Creo que tenemos que aprender de nuestros errores, pero deseo que en las islas vuelva a flamear la bandera argentina y que las recuperemos desde el diálogo y la paz. No se nos puede cruzar por la cabeza de volver a caer en la agresión militar. Cuando hablamos con los excombatientes, nos dicen el mismo pensamiento: no hay que dejar de malvinizar”.

A través de la asociación civil Pequeños Héroes, el trío encabeza varias campañas solidarias por las escuelas rurales argentinas, en el que cuentan con voluntarias y voluntarios que trabajan ad honorem para facilitar alimentos, vestimenta, calzado y útiles escolares a sectores y comunidades muy carenciados.

“Nuestra labor no es solo dedicada a cantar, porque entendemos que desde nuestro lugar debemos ayudar a los niños y jóvenes a que no sufran desigualdades. Pero también sentimos que con nuestro esfuerzo no es suficiente. Creo firmemente que el Estado tiene que estar presente para no dejarlos a la deriva”, expresó Russo en función de una coyuntura crítica en lo social y en lo económico que predomina en Argentina.

“Soy de la idea que no se puede mirar para otro lado. El Estado no puede renunciar a que la gente se desarrolle. Tiene que acompañar y dar las herramientas porque no todos nacimos con las mismas ventajas y oportunidades. Hay que igualar para arriba, que la gente pueda salir adelante y tenga una vida digna como cualquier otra, que al igual que yo, pueda estudiar, aprender y trabajar”, y opinó que, ligado a esta premisa, “los recursos deben ser bien administrados, porque hoy se necesitan y mucho por esta crisis”.

A pesar que las crisis económicas y sociales llevan a la actividad cultural al último lugar de las prioridades. Sebastián considera que se trata de una lucha que no termina de saldarse. “El artista argentino siempre es solidario y está cuando se lo necesita, no solo buscamos dar un buen show, hacemos lo imposible para sostener un espectáculo, con lo que cuesta una entrada, cubrir los agujeros y con la costumbre de atar con alambre para que no se note, laburamos todo para que haya un concierto digno y además, nos unimos a causas que sean beneficiosos para la comunidad. Por eso estamos dispuestos a dar lo mejor a la sociedad”, concluyó el tenor.