Tres miradas a 40 años de la guerra

Lo que los medios cuentan

En un nuevo aniversario del conflicto bélico contra Gran Bretaña, surge la necesidad de repensar el rol de los medios de comunicación. Cuál es la responsabilidad del periodismo actual para la reconstrucción de la historia y cómo narrar hacia una perspectiva de futuro y soberanía. La opinión de periodistas sanjuaninos.

Malvinas

Por Macarena Pereyra

En 1982, la Junta Militar que gobernaba el país aplicando el Terrorismo de Estado
-desde 1976- estaba perdiendo terreno político (por crisis de poder interna y por el cuestionamiento público a las violaciones de Derechos Humanos) y para contrarrestar la imagen debilitada que tenía ante la sociedad, en abril de ese año inicia una campaña militar a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes como un último intento de sostenerse y perpetuarse en el poder.

En este escenario, los medios de comunicación tuvieron una cuota importante de responsabilidad en la reproducción de información tergiversada y en la construcción de noticias falsas. Un ejemplo clásico y emblemático fue la tapa de la Revista Gente, que con una gran foto de soldados cuerpo a tierra y un título tendencioso “Estamos ganando” evidencia todo un símbolo de época. El objetivo era hacer sentir parte de esta “hazaña” al lector argentino haciéndole creer que la operación era todo un éxito. Este estilo se repetiría en los discursos de Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de facto ante una multitud de manifestantes que apoyaban la iniciativa militar en Plaza de Mayo: “si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”.

Quienes fueron enviados a las islas como corresponsales de guerra, entre ellos Nicolás Kazansew, tenían permitido solo entrevistar oficiales al mando, no conscriptos. Años más tarde, con el regreso de la democracia, Kazansew explicaría que, de toda la información que recolectaban y enviaban a Argentina durante la guerra solo se transmitiría el 5%.

Cada año con la llegada del 2 de abril, se pone en foco los hechos sucedidos durante 1982 y se homenajea a veteranos y caídos en tierra malvinense. Por otro lado, desde la recuperación de la democracia, en 1983, se reafirma el reclamo soberano que el Estado Argentino mantiene vigente en instancias diplomáticas sobre el archipiélago y las islas del Atlántico Sur.

A cuarenta años de la guerra, cabe reflexionar sobre cuál es el rol y responsabilidad de los medios actualmente; de qué manera comunica a la sociedad la situación actual de la causa Malvinas; y desde qué lugar los periodistas eligen contar esta historia.

Para pensar en este tema, desde una mirada local, Plataforma GAIA, se contactó con Miriam Walter, Mónica Martín y Mario Romero, periodistas sanjuaninos que tuvieron la oportunidad de viajar a las Islas Malvinas junto a veteranos de guerra y familiares. Cada uno compartió sus respectivas historias y miradas particulares acerca de Malvinas, a partir de sus coberturas periodísticas para medios sanjuaninos, realizados desde que se habilitaron viajes autorizados a las islas en 2009, por un acuerdo entre el gobierno argentino (durante la presidencia de Cristina F. de Kirchner) y el gobierno británico.

 

El periodista Mario Romero viajó a Malvinas en 2018. En su cobertura para Diario de Cuyo, trató de profundizar en las historias de cada veterano.

El origen

En 2016, los veteranos y familiares de caídos sanjuaninos tuvieron la oportunidad de realizar el primer viaje desde la provincia. Esta experiencia duró siete días con un itinerario que consistió en recorrer los lugares donde les tocó combatir. En estos vuelos, fueron acompañados por periodistas que tuvieron el desafío de contar Malvinas, desde el lugar de los hechos y con las voces de sus protagonistas.

Mónica Martin, periodista (hoy retirada) con 25 años de trayectoria, formó parte del primer contingente junto a veinticinco veteranos. En esa ocasión, hizo su cobertura para Diario de Cuyo. 

Al respecto, Mónica relató su vivencia: “Soy contemporánea al conflicto, nos informábamos acerca de lo que sucedía con lo que decían los medios y después lo que se enseñó en la escuela, que tampoco fue tanto. Luego viví la “desmalvinización” con el ocultamiento de los hechos que sucedieron y la invisibilización de los excombatientes. Después con la reconstrucción y la visibilización que se dio con los últimos gobiernos democráticos uno se pudo interiorizar más sobre el tema”

Conocer las islas y estar cerca del escenario del conflicto bélico, la ayudó a reelaborar y repensar algunas ideas previas establecidas: “Reafirmé el sentimiento y los argumentos de la legitimidad de Argentina sobre las islas, pero también vi otra cara. En mi estadía pude conocer que en este lugar viven personas que no se sienten identificados totalmente con el gobierno británico, el mismo que previo a la guerra los llamaba peyorativamente kelpers (paria o indocumentado). Entonces me pregunté qué pasaría con estas personas si Argentina recuperara las islas”.

Mario Romero, editor web de Diario de Cuyo, tuvo su oportunidad en 2018. Le tocó compartir el viaje con catorce veteranos de guerra y la hermana de un soldado quien murió en combate y cuyos restos están enterrados en el cementerio Darwin. Para Mario, su viaje fue un antes y después desde lo personal: “Antes del viaje pensaba que los habitantes nos odiaban, pero nos encontramos con gente muy tolerante y que respeta la causa. La postura que tienen los isleños se diferencia bastante de la posición del gobierno británico. En lo personal te moviliza completamente y mi visión de las islas cambió después del viaje”.

Por su parte, Miriam Walter, cronista de política en el diario digital Tiempo de San Juan, viajó en 2019. Previo a la partida, el grupo que ella integró, asistió a reuniones con un psicólogo para prepararse en caso de que se presentaran situaciones conflictivas con los habitantes de las islas y cómo debían actuar ante ellas. Walter explicó: “Íbamos con una idea previa, nos imaginábamos un escenario con todo lo que se puede asociar a una guerra. Sin embargo, nos dimos cuenta de que la guerra tiene su lugar en la historia, pero no determina el presente de los isleños”.

Durante la estadía, cada uno de los periodistas, narraron historias particulares y una crónica diaria de lo que hacía la delegación en el lugar. Romero optó por escribir sobre los habitantes de las islas. A su vez, trató de profundizar en las historias de cada veterano. Miriam y Mónica coincidieron, en hacer un seguimiento de lo que ocurría cada día, teniendo en cuenta puntos importantes del cronograma de actividades, como la caminata general en el campo de batalla, que los llevó a encontrarse con trincheras, refugios y pertrechos dejados por los soldados; como también, el cementerio de Darwin donde yacen los restos de los caídos en combate.

Mónica Martin, periodista (hoy retirada) formó parte del primer contingente que viajó a las Islas en 2016 junto a veinticinco veteranos. En esa ocasión, hizo su cobertura para Diario de Cuyo.

El rol de los medios

Tras el recuerdo de la visita a las islas, resulta inevitable preguntarse, cómo comunicador o comunicadora, de qué forma abordar los hechos sobre la guerra y sobre la gesta histórica de Malvinas. Al ser consultada sobre la visión sesgada que se manejó durante el conflicto, Miriam Walter respondió: “No estamos exentos de caer en un sesgo, pero es verdad que en esa época era marcado y estaba mal trabajado y hecho a propósito, por intereses políticos en juego, más que nada en defensa de ese proyecto militar. La labor del periodista siempre va a estar bajo la lupa, más cuando se trata de un tema como éste que tiene tantas lecturas y ópticas”, opinó la cronista.

Mirando el presente y de cara a los años venideros, Walter consideró que “los medios debemos seguir acompañando la apertura que se dio a la causa Malvinas en la última década con los gobiernos justicialistas, donde se acentuaron las normativas y reconocimientos que ponen en el tapete la reivindicación del veterano después de haber sido suprimido durante tanto tiempo. Después del viaje a las islas, sentí una trasformación personal y profesional. Ahora tengo la necesidad de contribuir a la causa de alguna manera desde mi rol como periodista y argentina. Me parece que es un deber ser que tenemos como argentinos, no solamente para fechas como el 2 de abril”.

Por su parte, Mónica Martin, sostuvo que es complejo criticar a los medios de ese momento cuando se está bajo un gobierno de facto: ‘En una situación así, indudablemente hay censura y se maneja información manipulada. Fue un momento donde desaparecieron a muchas personas, entre ellas periodistas; a su vez cerraron medios y los que quedaron tuvieron que jugar con las reglas del juego”.

No obstante, el papel actual de los medios sobre la causa Malvinas y transitar este tipo de viajes a las islas, significa para ella, una gran oportunidad para relatar cómo se vivió el conflicto desde lo profesional: “creo que los medios locales se enfocan correctamente en la causa Malvinas. Aunque, es verdad, por una cuestión de cobertura, a veces se cae en la efeméride del 2 de abril, esto tiene que ver con la oportunidad del tema. También siento que esto pasa en la sociedad y no solamente en los medios de rememorar solo en el aniversario”.

Mario Romero incluyó a este tópico, el papel que jugó el poder político de turno, tanto nacional como provincial en aquel tiempo: “Todo el circo mediático fue posible con la participación de grandes empresarios, la Iglesia (que no llama la atención) y el poder político de turno. Dentro de quienes participaban se encontraban políticos de gran trayectoria, respetados y que años más tarde lograrían llegar a puestos importantes en San Juan”.

Romero agregó cuál debería ser el rol actual de los medios de comunicación: “Los medios deben dar espacio a la causa Malvinas en todos sus aspectos, no solo cuando se acercan las fechas de aniversario. El Estado aún no resuelve todas las necesidades básicas de los excombatientes. Este año, el 1 de abril, después de cuatro años de reclamos y dentro de un marco político por el aniversario 40º, se firmó un acuerdo con el Círculo Odontológico de San Juan para cubrir los tratamientos. Muchas veces estas necesidades básicas no son tratadas y otras terminan en violencia, como fue el caso en Buenos Aires donde los veteranos que reclamaban por un mejor servicio en PAMI fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la policía porteña (sucedido en marzo de este año en CABA). Ahí debemos estar nosotros apoyándolos y cubriendo lo sucedido”.

La  periodista Miriam Walter buscó rescatar la identidad y el trabajo de mujeres durante el conflicto armado. 

Escribir desde el compromiso

Acorde a esta responsabilidad y deber ser de la labor periodística por la causa Malvinas, Mario Romero escribió para estos 40 años de la guerra una nota en la que despliega información sobre soldados sanjuaninos que fueron movilizados durante el conflicto bélico, algunos no necesariamente salieron de la provincia. No existía hasta este momento información de acceso público sobre la cantidad de conscriptos que fueron enviados a Malvinas o que se quedaron en los destacamentos provinciales. Con este informe se pretende saber sus nombres, el rol que cumplían, quiénes fallecieron y quiénes siguen vivos. Romero explicó que con este aporte se le podrá poner nombre y apellido a las 479 historias que confluyeron durante la guerra.

Por su parte, Miriam Walter desarrolló una nota durante el viaje a Malvinas que buscó rescatar la identidad y el trabajo de mujeres durante el conflicto armado. En Río Gallegos tuvo la oportunidad de entrevistar a Lautaro Fagotto, el exdirector del Museo Malvinas, sobre la labor en enfermería de estas mujeres. Explicó que entre sus actividades debían curar heridos en el buque hospital ARA Almirante Irízar. En el museo se encuentran fotos y entre ellas se puede reconocer a varias mujeres que cumplieron funciones, tales como Susana Maza, Silvia Herrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Richeri y María Angélica Sendero. Tenían entre 20 y 25 años, acababan de recibirse de instrumentadoras quirúrgicas y las convocaron en junio del ’82. Durante 10 días en el rompehielos vieron de todo y fueron muy importantes para cuidar a los soldados en sus momentos más difíciles. La publicación de esta nota coincidió con el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Durante su trabajo activo como periodista, Mónica Martín dedicó notas con una temática más íntima y cercana a los veteranos de la guerra, donde entrevistó a agrupaciones de excombatientes que se dedican a organizar charlas en establecimientos escolares, adaptando las historias según el nivel educativo al que pertenezcan sus oyentes. Estas agrupaciones se empeñan en difundir sus historias a las generaciones que no vivieron esa época, desarrollando las causas del conflicto y las vivencias de quienes estuvieron allí.

Derecho a no ser olvidados

Indudablemente la guerra en el Atlántico Sur representa una arista importante en la historia del país. Políticamente, los argentinos asistieron al final de la dictadura, y el cierre de un período oscuro en la historia nacional, para dar lugar a la apertura democrática.

Sin embargo, en las décadas posteriores a la guerra, hubo una etapa de olvido, ocultamiento y destrato hacia los excombatientes por parte del Estado y también por la sociedad, que se lo conoce como desmalvinización, pero hoy hay un momento de mayor concientización. Tanto los periodistas que visitaron las islas como aquellos que entraron en contacto con las historias y vivencias de veteranos y familiares, hablan de una ‘malvinización’ social, de un resurgir de la memoria y de la justicia, desde el punto de vista de la soberanía nacional o la descolonización del mundo.

A cuarenta años del conflicto en el presente se debe resignificar los hechos sucedidos para lograr acompañar tres ejes importantes y donde los medios deben contribuir con su labor.

Primero, el reconocimiento y el homenaje a los caídos, sus familiares y los veteranos y veteranas de Malvinas, como también visibilizar sus exigencias actuales. Lo segundo, es profundizar en la difusión, tanto en el ámbito nacional e internacional, de los derechos soberanos argentinos respecto de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y de la persistencia de una disputa de soberanía –reconocida por las Naciones Unidas- aún hoy no resuelta.

Y tercero, debe existir una constante actualización sobre las apelaciones a una resolución pacífica y diplomática, que se configuró como una política de Estado desde la restauración democrática de 1983.

Actualmente se logró que el Congreso Nacional convirtiese en ley tres proyectos orientados a resguardar a Malvinas como política de Estado: la constitución del Consejo Malvinas, la ratificación de los límites de la plataforma continental y una norma vinculada a la defensa de los recursos pesqueros.

Estos hechos históricos que se ponen al descubierto obligan a replantear y cuestionar desde la propia práctica profesional del periodismo qué relatos se cuentan y de qué modo. Existen hoy, más y mejores herramientas para reconstruir y comunicar con una visión más amplia lo sucedido en 1982, sobre las oscuras décadas que le siguieron y las luchas actuales de los excombatientes por la reivindicación de sus derechos a no ser olvidados. Pero, esto será posible en tanto y en cuanto, haya compromiso de los propios comunicadores por esclarecer una verdad histórica, que aunque dolorosa y oscura no debe ser negada.

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