lA en el cine

Por Gargo I 13/02/2024
Por ahora, no hay ninguna película que haya sido completamente realizada con Inteligencia artificial (IA), sin embargo, hay algún metraje que sí las incluye como instrumento de producción. No obstante, entre 2022 y 2023 se conocieron experiencias interesantes que permiten apreciar el potencial de esta herramienta y el impacto futuro que tendrá. Entre ellas, podemos encontrar una llamada ‘Last Stand’, un cortometraje experimental de ciencia ficción elaborado plenamente con IA. El programa creó el guión y el concepto artístico, generando las voces y participando en algunas decisiones de creación. No tiene licencia y es de libre acceso en YouTube, (Ver enlace al final de esta columna). El corto está creado como una demostración del poder que tiene actualmente una IA en la producción audiovisual. Otra pieza, -también disponible en YouTube- se titula “Do you love me”, filmado con la ayuda de Cleverbot, un programa de IA que ayudó a su director Chris R. Wilson, mediante una charla interactiva, a desarrollar un guión de tres minutos y medio. Hay otra docena de obras de animación circulando, como la de “Maong Us” de Pixar.
A todo esto, ¿estamos parados en un tiempo bisagra en la industria del cine, en el que un guionista de carne y hueso será reemplazado por una máquina?
Quienes realmente se encuentran en la vanguardia de desarrollo de estas técnicas son los publicistas, estos ya están llenando las redes con imágenes fantásticas como “Lexus Es”. Sin embargo, por el momento se trata de cortometrajes experimentales.
A principios de 1990, las películas buscaban el público más amplio posible. Es decir que, podía y debía ser disfrutada tanto por un pibe o una piba de 10 años como por un adulto de 80. La idea definitiva de Hollywood era tener a toda la familia junta en el gran sillón disfrutando del mismo film en grupo. Una sola historia audiovisual, un solo éxito sin dejar a nadie fuera del espectáculo. Un solo trabajo y 7 butacas ocupadas por 2 horas. Películas con conflictos universales de narración accesible, aptas para todo público.
Pero todo eso se desmadró. Con la llegada de una tecnología fílmica de fácil acceso (barata) a mediados de los ‘90 el cine underground o alternativo, muchas narraciones se volvieron complejas, retorcidas (en el buen sentido) y dividieron al público para el 2000. Hoy en día, los dramas adultos ahuyentan a los jóvenes y los Blockbuster aburren a los cinéfilos. El cine de prestigio y el cine comercial son dos cosas distintas. Sin embargo, Hollywood sigue soñando con volver a aquellos años dorados donde las películas no eran de nicho.

También es oportuno recordar que la industria de Hollywood creció, de muy mala gana, con toda esta segmentación de mercado y las plataformas de streaming deben producir contenido para cada uno de los públicos que la misma industria creó. Ahora bien, hay el tripe de actores y guionistas que en 1990 y quieren tener un sistema de cobro semejante al de los artistas de música; es decir: “cobrar por cada reproducción del archivo”. Esto desató una gran huelga y un gran debate que culminó a finales del 2023. El debate en Hollywood consistía en que después de cuatro siglos había nacido una nueva herramienta para los guionistas que harían su trabajo más fácil y llevadero, por ende, guionistas y actores debían estar agradecidos y cobrar lo mismo de siempre, o menos.
Por otro lado, guionistas y actores gritaban por las calles de Hollywood, pero nadie aquí se estaba enfrentando por historias nuevas y sorprendentes, muy por el contrario, se enfrentaban por las regalías que estaban monetizando las mismas historias de siempre. Y en este marco de protestas aparecía la IA para darle una nueva lavada de cara a las mismas historias de siempre.
En este marco de protestas, por el tipo de monetización y la aparición de las IA, comenzaron a aparecer nuevas “ideas brillantes” que estas nuevas tecnologías pueden hacer. Una de estas son los contratos eternos. Por ejemplo, se contrata a un actor para una película o serie; las escenas son filmadas e interpretadas por el actor para esta primera parte de la saga. Pero con el correr de los años estos actores envejecen, engordan o sufren de alguna enfermedad; en el mejor de los casos, estos actores consiguen mejores trabajos de interpretación en otras series y por cuestiones espacio temporales no pueden asistir al set de filmación de estos Blockbuster. Si el actor es debidamente digitalizado podría trabajar por siempre, para ese personaje, sin que el humano en cuestión se encuentre presente en el set. A esto se le llama “un contrato de por vida” donde la máquina pueda hacer las mismas monerías de siempre, las que hace el actor en cuestión, para siempre. Este nuevo paradigma de un actor haciendo cosas nuevas en la pantalla, aunque ya no nos acompañe en el mundo físico presenta una serie de problemas y soluciones que no creo que estemos en posición de digerir en estos momentos.
Las consecuencias de esto todavía no han sido medidas y pasará un buen tiempo hasta que podamos medirlas. ¿Por qué todo esto? Hollywood quiere despegarse de las meta-historias que siguen los fans. Los Paparazzi alimentan al público con la narración de vida privada de los actores. Estas son necesariamente retorcidas y en muchos casos desagradables; lo que lleva a definir o no el éxito de una película. Las meta-historias se presentan en las redes como un contenido del: “Deber ser” una suerte de juicio de valor sobre una persona con un alto perfil de exposición mediática. Algo que no sería posible hacer, si el actor ha abandonado este mundo.
Un personaje que pudiera ser impoluto, perfecto por siempre tanto en la pantalla como en su vida (o no) detrás de los telones. Algo mágico y perfecto a lo que podemos definir sin dudas como eterno. Esta palabra ‘eterno’ ha dado mucho que hablar al cine.
Ahora bien. Hasta aquí desarrollé lo que ha sido la inteligencia artificial y el servicio que está dando a la industria, como instrumento tecnológico que está en auge. Pero es la IA real, algo muy diferente de la IA de las historias de ciencia ficción, en el cual el cine y la literatura se alimentaron en abundancia.
La máquina y sus rebeliones
En el historial cinematográfico, podemos revisar un listado de producciones en las que la IA estuvo presente, con diferentes aspectos y puntos de vista, como tema central o a veces en segundo plano. Atentos que hay que buscar lapicera y anotador para ir agendando y poder darse una panzada cinéfila para este verano. Todo se puede encontrar fácilmente en Internet si uno es un experto ‘buceador’ en la red.
Comencemos con las más antiguas. La primera de ellas fue “Metrópolis” de 1927 dirigida por Fritz Lang. Es importante mencionar que casi todas estas se acomodan en el nicho de cine distópico del ciberpunk. La ópera homónima de Stanley Kubrick: “2001 odisea del espacio” de 1968. “Westworld” de 1973 dirigida por Michael Crichton y protagonizada por Yul Brynner (existe un remake de esta obra en formato serie, producida por HBO que es una verdadera joya sobre el tema) resultan imprescindibles para hilvanar esta temática.
El camino continúa con “Demon seed” de 1977 una película olvidada donde, una IA intenta escapar de su cautiverio en la caja; dirigida por Donald Cammell y protagonizada por Julie Christie. La historia sigue a Susan Harris (Christie), una mujer que se queda embarazada de un ordenador inteligente llamado Proteus IV. “Colossus: The Forbin Project” de 1970 dirigida por Joseph Sargent y basada en la novela de Dennis Feltham Jones. También puede repasarse la cinta “Juegos de guerra”, de 1983 dirigida por John Badham y protagonizada por Matthew Broderick.
Nostalgia y ternura genera “Cortocircuito” de 1986 dirigida por John Badham; y la película “Inteligencia artificial” de 2001 dirigida por el gran Steven Spielberg no puede dejar de mencionarse en esta columna. La gran “Blade Runner” de 1982 dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford; “Matrix” 1999 de las hermanas Lana y Lilly Wachowski con Keanu Reeves; “El hombre bicentenario” de 1999 dirigida por Chris Columbus sobre un cuento corto de Isaac Asimov y protagonizada por Robin Williams. También puede disfrutarse de “El hombre perfecto” de 2001 dirigida por Maria Schrader con Maren Eggert. Otra historia distópica de Asimov es “Yo, robot” de 2004 dirigida por Alex Proyas con Will Smith.
Ojo que el listado es extenso, no pretendo cansar. “Her” de 2013 escrita, dirigida y producida por Spike Jonze donde se narra la historia de un hombre enamorado de su máquina. “Transcendence” de 2014 dirigida por Wally Pfister protagonizada por Johnny Depp y Rebecca Hall; “Autómata” dirigida por Gabe Ibáñez del año 2014 y protagonizada por Antonio Banderas. Entre algunas de las más recientes y de buena calidad visual están “Ex_machina” película británica de 2015, escrita y dirigida por Alex Garland; “Chappie” de 2015 dirigida por Neill Blomkamp y protagonizada por Sharlto Copley; “Vice” de 2015 dirigida por Brian A. Miller junto a Ambyr Childers; “Morgan” de 2016 dirigida por Luke Scott; “Upgrade” de 2018 dirigida por Leigh Whannell y protagonizada por Logan Marshall-Green y Betty Gabriel; “TAU” de 2018 dirigida por Federico D’Alessandro sobre un guión de Noga Landau. Y si quieren buscar más por fuera de Hollywood, están “I am mother” película australiana de 2019 dirigida por Grant Sputore; “El archivo” de 2020 es una película también británica dirigida por Gavin Rothery; “BigBug” película francesa de 2022 dirigida por Jean-Pierre Jeunet; y “M3Gan” 2023 dirigida por Gerard Johnstone. Hasta puedo recomendar una muy nueva, “Resistencia” de 2023 producida y dirigida por Gareth Edwards.
Una advertencia, aquí tomo en cuenta solo las narraciones de IA o robots que tomaron conciencia o se desquiciaron. Otras películas con máquinas o robots, no están mencionadas en esta lista, porque su iniciativa es estándar y su trabajo no tomó idea de un ser humano.
Después de todo este largo recorrido, me animo a decir que en el fondo, sigue persistiendo el mismo problema: una escasez de historias nuevas y sorprendentes. Todas estas luchas por las nuevas tecnologías están puestas para seguir contando las mismas y entrañables narraciones. Podemos cambiar la iluminación, los actores, los diálogos, las épocas, las posiciones de las cámaras, detalles en el escenario, agregar o quitar personajes. Pero en el fondo, las historias y sus estructuras son siempre las mismas.