Opinión
Contar historias en la era de la IA
Por Claudio Alessio
07/09/2023

Desde siempre hemos contado historias, nos conmueve escucharlas, narrarlas y vivirlas. Las historias ayudan a dar sentido a las experiencias del pasado, a entendernos, a proyectarnos, a conectarnos con nosotros y con los que comparten el mismo sentido de esas historias. Y a lo largo del tiempo, fuimos encontrando y creando nuevos formatos para ejercer esa práctica cultural que cohesiona y da sentido de comunidad.
Recientemente, se ha dado a conocer el resultado de una investigación ejecutada por un consorcio de instituciones públicas y privadas de ciencia y tecnología que ha dado lugar a un formato audiovisual experimental denominado “Emotional Films”.
Se trata de un sistema interactivo basado en inteligencia artificial capaz de cambiar el desarrollo de un audiovisual en base a la interacción, contexto y estado emocional del espectador. Con esta propuesta se busca ofrecer contenido personalizado generado en tiempo real, el lema: un espectador, una película.
Varios sistemas de inteligencia artificial trabajan en conjunto para que Emotional Films pueda generar un guión ajustado al usuario teniendo en cuenta el contexto geográfico y emocional del espectador. El conjunto de tecnologías van desde Procesamiento de Lenguaje Natural, GPS, Generación de Imágenes en tiempo real, detección y análisis de aspectos emocionales, entre otros. Sin dudas que Emotional Films es una nueva manera de contar historias, una tecnología que puede generar contenido audiovisual que se adapta de manera automática a las emociones del espectador.
Emotional Films es un formato audiovisual interactivo y por ese rasgo podemos creer que ya hemos visto algo así, (…) pero, es bastante distinto, es cine generativo…
Los resultados obtenidos son prometedores, los prototipos audiovisuales adaptativos (generados por Emotional Films) incrementan la implicación del espectador en el contenido superando significativamente a los contenidos presentados en un formato reiterativo.
Los creadores esperan seguir evolucionando el formato para que cada usuario cuente con una pieza audiovisual personalizada, pero no solo una por usuario, sino que cada vez que el espectador vea la pieza, esta no será igual. Parecería que el equipo de desarrollo está pensando en la creación de experiencias culturales intransferibles, algo más parecido a lo que son los propios estados emocionales, pero diseñable, tendremos que esperar para corroborar si hacia allá van.
Emotional Films es un formato audiovisual interactivo y por ese rasgo podemos creer que ya hemos visto algo así, puesto que conocemos algunos formatos con esta clave como los videojuegos, que incluso podríamos definir como experiencias audiovisuales jugables; o las experiencias interactivas que podrían definirse como ‘un elige tu propia aventura audiovisual’, de los que hay una veintena en Netflix; pero, Emotional Films es bastante distinto, es cine generativo. El guión literalmente cambia con cada visualización y no cambia a algo pre-escrito, es generado en tiempo real, y no cambia cada vez, sino dependiendo de quién lo vea y de cuándo y dónde lo vea, es como si se tratara de infinitas películas en una.
Además del contenido propuesto es interesante considerar la tecnología que subyace a Emotional Films, pienso que esta no solo enriquece al espectador en tanto que ofrece una nueva forma de escuchar historias y participar en ellas, sino que es una innovación que puede impactar también en cómo se producen los audiovisuales.
No resulta difícil imaginar que en unos pocos (muy pocos) años emplearemos esta plataforma (o similar) en modo editor. Entonces en ella creamos una serie de actores sintéticos simplemente diciendo en voz alta lo que queremos, definimos su personalidad, indumentaria, características físicas y cuanto más. A todos los actores sintéticos los colocamos en la escena (generada en tiempo real) y podríamos pedirles que interactúen sujeto a un guión o que improvisen. Grabamos y tenemos una pieza audiovisual. No parece una idea muy alejada de lo posible. El espectador podrá visualizar esas historias o podrá vivenciar una experiencia audiovisual intransferible. Emotional Films sugiere una nueva forma de crear, una nueva manera de explorar fronteras en la interacción entre los sistemas digitales y las personas.
Lo que sucede con los actores es solo una parte porque también es posible crear guiones sintéticos, guiones no conectados a vivencias sino generados a partir de lo que una IA de texto hace..
La inteligencia artificial nos abre ante la posibilidad de esta nueva forma de contar historias pero también puede sentirse cierta amenaza de sustituir posibilidades de expresión y reemplazar el aspecto humano de las mismas. El planteo está tan en el ojo del huracán que en Hollywood hay abierto un debate en torno a los derechos de uso de la imágen generada por computadora de los actores.
Aunque Emotional Films es experimental y aún le falta carrera, ya hay tecnologías de IA y CGI que están impactando en los audiovisuales desde una perspectiva completamente nueva. Hace poco vimos a Harrison Ford protagonizar su épico personaje como si tuviera 40 años en Indiana Jones y el dial del destino. Literalmente se trata del actor, él está ahí, vemos sus gestos reales, emocionalidad y expresividad, pero su rostro es de computadora. La misma tecnología nos ha traído al presente a personajes de Star Wars como Luke Skywalker donde su voz fue producida con Inteligencia Artificial con el software de clonación de voz Respeecher luego de que el actor James Earl Jones, de 91 años, rechazará el papel. Las voces de los actores reales podrían no estar ahí.
Lo que sucede con los actores es solo una parte porque también es posible crear guiones sintéticos, guiones no conectados a vivencias sino generados a partir de lo que una IA de texto hace, pero la IA no sabe de emociones, no tiene experiencias, crea historias artificiales.

¿Cuál será el presente y el futuro cercano del cine? ¿Pero mucho más general cuál será el presente y el futuro cercano del audiovisual? En fin de cuentas ya no importa si tenemos o no un actor de voz, puesto que podemos clonar cualquiera, y crear voces sintéticas. No importa si un actor realiza un papel, podemos tener un doble de cuerpo y por computadora incorporar su rostro, incluso podríamos ni siquiera tener actor pero que luzca como tal o cual actor, al menos, ya habrá un Bruce Wills sintético asegurado. Este posible futuro, en el que no hay actores, y una plataforma de streaming tiene licencias ilimitadas de uso de la imagen de actores reales es el tema del primer episodio de la nueva temporada de Black mirror, Joan es horrible. Recomendable ilustración de un posible, aunque surrealista ejemplo sobre el posible futuro que no quieren los actores en huelga.
¿Queremos, y necesitamos un futuro de historias sintéticas, creadas por Inteligencia Artificial?
Con todo lo dicho, vemos que la inteligencia artificial nos permite hoy explorar nuevas formas de contar historias, pero también contar otra realidad como historia. Para pensar en ello nos podemos preguntar ¿Qué sucedería si trasladamos todas estas tecnologías a los noticieros donde el relato periodístico se genera en vivo en base a lo que necesitamos escuchar? ¿Qué pasaría si los sistemas informáticos definen y editan el marco de noticias, tendencias y contenidos culturales a los que accedemos? ¿Qué pensarías si algo de esto ya sucede? Considerar el impacto de las tecnologías en el tipo de contenidos a los que accedemos es profundo.
El segundo reto se puede considerar a partir de la siguiente pregunta ¿Queremos, y necesitamos un futuro de historias sintéticas creadas por Inteligencia Artificial? Para ponderar la pregunta me parece interesante considerar que Nina Schick autora de “Deep fake and they infocalypse” afirmó que para el 2025, el 90% del contenido en línea será sintético. La afirmación, por ahora solo una opinión, es dramática sobre todo si tenemos en cuenta que la tecnología de Deep Fake hace indistinguible una pieza de texto, una imágen, un audio o un video de uno real. ¿Qué pasará con las historias que narramos para compartir vivencias, que pasará con compartir lo que nos emociona, entristece, nos llena de vitalidad y energía?
Hay un nuevo dilema al que nos enfrentamos, esperemos cultivar la opción que nos permita desarrollar una nueva manera de expresarnos pero manteniendo la autenticidad de lo que contamos. El reto consiste en explorar las posibilidades que nos brinda las IAs para que la esencia de las historias se mantenga y nos sigamos emocionando, conmoviendo y conformando una identidad de comunidad a partir de vivencias auténticas que encuentran en la tecnología un aliado para contarse de otra manera.